“La sanción de la Ley de Educación Sexual Integral fue todo un logro y una gesta para generar un cambio cultural en relación a garantizar los derechos sexuales y reproductivos en la escuela. La ley, al ser obligatoria desde el jardín hasta la secundaria, nos da un lugar privilegiado para poder generar políticas publicas. Lamentablemente ha sido muy difícil la implementación y todavía sigue siendo un gran desafío. Nos hace fata que sea una realidad en todas las escuelas y en todo el pais”, reclama Mar Lucas, Directora de Programas de Fundación Huésped.

En la Argentina la Ley de Salud Sexual y Procreación Responsable, aprobada en el 2002, permitió que todas las personas accedan gratuitamente a anticonceptivos. El derecho es un hecho. El 43 por ciento de las adolescentes que usa anticonceptivos -en su mayoría pastillas y preservativos- obtiene el método de manera gratuita en hospitales y centros de salud, según datos del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA). Sin embargo, muchas chicas no saben qué tienen el derecho a obtener un anticonceptivo para disfrutar sin temer y sin pagar. Y tampoco conocen muchos otros derechos por falta de aplicación de Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas.

En ese sentido, la Fundación Huésped lanzó la “Encuesta sobre la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral”. La ESI es fundamental para prevenir violencia familiar, noviazgos violentos, abuso sexual, discriminación por identidad de género y también VIH y enfermedades de transmisión sexual. Actualmente se registar un aumento de diagnósticos de VIH en varones jóvenes de 15 a 24 años por relaciones entre varones sin protección. Mientras que, entre las mujeres, el 92 por ciento de las infecciones son por transmisión en relaciones heterosexuales.

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