Vie 23.11.2007
las12

RESISTENCIAS

Un lugar en el mundo

Susana Trimarco quiere replicar a su favor el modoen que operan las redes de explotación sexual de mujeres. No alcanza con un único refugio para víctimas de trata como el que acaba de inaugurar en Tucumán; las mafias suelen trasladar a las chicas compulsivamente, entonces la mamá de Marita Verón –desaparecida hace cinco años– sueña con camionetas propias para no quedarse esperando y tantos refugios como sean necesarios para que quienes huyen de este circuito encuentren un techo donde estar seguras. Por ahora, el primer paso.

› Por Elisabet Contrera

Su cuerpo ya no luce las cicatrices grabadas tras las sesiones de golpizas. No se tambalea por las drogas que sublevaron su voluntad a los deseos de sus clientes. Ni tiembla al ver la imagen de su hostigador. Ella está libre de su proxeneta, pero no de los recuerdos que atormentan su presente. Tampoco está libre del miedo a la represalia que paraliza e intima a callar. Esta vez, no está sola. Encontró un lugar donde la contienen y alivian el dolor y la ayudan a romper con el silencio y a denunciar a los responsables de su esclavitud. Se trata de la Fundación María de los Angeles que acaba de inaugurarse en Tucumán con la misión de liberar a niñas y mujeres de las redes de trata y brindar asistencia integral a las víctimas. Lleva el nombre de Marita Verón, la joven tucumana que se convirtió en el triste emblema del tráfico de personas en la Argentina y en el mundo.

La pobreza, la marginalidad y la desesperación de cientos de jóvenes y mujeres de tener una vida digna para ellas y sus familias convirtieron a la provincia norteña en una de las principales proveedoras de personas reclutadas y secuestradas para la explotación sexual y en una de las rutas preferenciales de traslado de las víctimas. Así lo cita el último informe de alcance mundial elaborado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) que además especifica que el destino de las niñas y jóvenes es La Rioja. “Esta mafia es poderosa, está organizada y hay que organizarse para atacarla”, sostuvo Susana Trimarco, mamá de Marita, quien impulsó la creación de este espacio de denuncia y asistencia.

Dos años necesitó para plasmar su proyecto y sumar las voluntades de profesionales de diferentes disciplinas para que colaboren con la organización. En la búsqueda de su hija, que lleva desaparecida cinco años, Trimarco tomó conciencia de las deficiencias del Estado a la hora de brindar ayuda a una chica rescatada de una red de prostitución y de lo peligroso que es para las víctimas quedar a la deriva de toda contención: “No podemos esperar al Estado. Las trabas y el papelerío burocrático alejan a la víctima de la asistencia. Las víctimas necesitan la ayuda y la contención inmediata porque de ello depende su vida y su integridad”, sostuvo. “Hay muchas chicas que sufren el hostigamiento de sus proxenetas. A Algunas de ellas les balearon las casas”, relató.

Como una manera de suplir las fallas estatales, la organización brindará a las víctimas una asistencia integral y urgente. Psicólogos y psicólogas del equipo escucharán los testimonios de las jóvenes y se ocuparán de contenerlas, profesionales de la salud curarán las heridas visibles, asistentes sociales ayudaran a contactarse con sus familias y resolverán trámites para acceder a un documento de identidad –en la mayoría de los casos los proxenetas se los confiscan o son alterados su nombre y edad–, abogados y abogadas tomarán las denuncias y acompañarán a las víctimas en los litigios judiciales, instancias en las cuales el miedo y la angustia ante posibles represalias de los proxenetas llevan a las mujeres a desandar lo andado. Este temor está fundado en el vacío legal que existe en la materia y habilita la salida rápida de los proxenetas de la cárcel. Hace un mes, el presidente Néstor Kirchner firmó un decreto estableciendo la creación del Programa de prevención y erradicación de la trata de personas y de asistencia a sus víctimas. Y en la Cámara de Diputados de la Nación espera para su tratamiento un proyecto de ley, con media sanción del Senado, que tipifica el delito en el Código Penal y lo define como un crimen federal. Pero hay un punto de conflicto central que mantiene en suspenso a este proyecto: cuando la víctima sea mayor de 18 tendrá que demostrar que no hubo consentimiento para que se la explotara sexualmente para que se constituya la figura delictiva.

En la fundación no sólo atienden casos de trata sino también situaciones vinculadas. “Hay fugas de hogar o discusiones familiares que son propiciadas por los mismos proxenetas para favorecer la salida de la chica de su casa. Es en ese momento de desamparo donde entran ellos en escena con la idea de reclutarlas”, sostuvo la fundadora y presidenta de la organización.

Cuando todavía no cumplía un mes de la inauguración, evento que contó con la participación del embajador de Estados Unidos, Earl Anthony Wayne, la organización tucumana había registrado picos de 15 denuncias diarias. La mayoría de los reclamos son derivados a la División Trata de Personas, creada en junio pasado, bajo la órbita del Ministerio de Seguridad provincial. La idea –explicaron sus miembros– es trabajar en forma coordinada con Gendarmería, la Policía Federal y organismos de derechos humanos locales y nacionales.

Las víctimas, además de contar con asesoramiento legal y psicológico, podrán encontrar en la fundación un techo donde convivir con otras mujeres que pasaron por experiencias similares. “En pocos días abriremos la Casa de Refugio. Estamos esperando un subsidio del presidente (Néstor) Kirchner. Allí vivirán las chicas rescatadas, recibirán alimentación, vestimenta, hasta que sus familias estén en condiciones de recibirlas”, explicó. También se dictarán diferentes talleres de expresión artística y de música, herramientas elegidas por los profesionales para que las víctimas expulsen el dolor a través de la palabra y la acción. “Estamos tratando con chicas que fueron torturadas, violadas, drogadas, vendidas como mercancía. Su recuperación necesita de una terapia profunda, de acompañamiento constante, protección y cuidado”, explicó Trimarco.

En un corto plazo, la ONG comprará un vehículo para trasladar a las jóvenes y a los padres y madres en la búsqueda de sus hijas y además habilitará una línea gratuita para que la población de todo el país pueda recibir ayuda. Por el momento, se pueden comunicar al (0381) 421-4255. Sin embargo, su lucha contra la trata no se suscribe en los márgenes del territorio tucumano, sino que busca crear ramificaciones en todo el país. “Tenemos que operar de la misma manera en la que lo hace la mafia, manteniendo contacto con diferentes fuerzas y provincias”, explicó. La mamá de Marita tiene el objetivo –según reconoció ella “ambicioso”– de abrir oficinas de la fundación en las principales ciudades argentinas. En esa cruzada, Trimarco desembarcó en la ciudad de Buenos Aires, lugar elegido para inaugurar el segundo espacio de ayuda. “Ya me puse en contacto con la Red No a la Trata, la Fundación el Otro, con autoridades del gobierno porteño y representantes del Congreso de la Nación para llevar a cabo el proyecto lo antes posible”, adelantó. La mamá de Marita ya regresó a Tucumán para continuar la atención en la fundación. Igual, tendrá que volver en pocos días a Buenos Aires para recibir el premio de la Mujer del Año por su lucha contra la trata de personas que entrega el Parlamento argentino. Es el segundo reconocimiento otorgado este año, ya que fue homenajeada con el Premio Internacional a las Mujeres de Coraje de la mano de la titular del Departamento de Estado estadounidense, Condoleezza Rice.

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