Si fuera vagina sería...
la mía. Me gusta su historia.

Si fuera pene sería el de...
Sancho Panza, perdido y desorientado entre tanta corpulencia.

Ojalá se inventaran los preservativos de...
piel.

Si mi cama hablara, diría...
“los sueños de esta mujer sí que son preciados”.

Quisiera tener dos...
los tengo: hijos.

Nadie lo sabe, pero en el baño, inmediatamente después...
pienso.

¿Qué palabras no puede evitar decir en ese momento?
Muy ocasionalmente son palabras.

¿A quién le gustaría ver en una porno?
A Bush.

¿Dónde se haría un agujero nuevo?
En el cerebro, para que se me escapen las neurosis.

¿Cuántos son multitud?
Dos.

¿Qué detalle bajo la ropa le saca las ganas?
Si me gusta, ninguno.

¿Cuál es su posición favorita?
Soy variada.

¿Qué es para usted un polvo mágico?
Aquellos en los que siento que vuelo.

¿Cómo le hace saber que es “ahí”?
Simplemente digo: “Es ahí”.

¿Cuándo miente?
Nunca.

El tamaño no le importa salvo que...
obnubile.

¿Qué quiso siempre y nunca tuvo?
No tengo metas claras.

Tiene que durar más que...
pero menos que...
Es difícil medir el tiempo del placer.
En realidad, es difícil medir el tiempo.
Es tan escurridizo...

*hermana no reconocida del escritor, pero autora de páginas que con éxito aún hoy siguen reproduciéndose en publicaciones que a modo de giño para lectores y lectoras llevan su tapa... tapada