Avital Ronell
Pulsión de prueba
La filosofía puesta a examen
Interzona
315 páginas

Todo puede fallar y todo puede ser falso. Hay que estar alerta y no entregarse a los brazos de nadie sin antes haber sometido al otro y hasta a uno mismo a una fehaciente prueba de calidad, de control, de validez. Esta podría ser una máxima muy eficaz para caracterizar la modernidad, siempre en busca de lo seguro y también de la sorpresa. Los sujetos modernos se ufanan de su capacidad para la sospecha, para el testeo, para detectar la trampa. Y aun habiendo caído en ella, el hecho de haberlo podido prever, es justificativo suficiente para que se hayan levantado durante el siglo XX los más sofisticados o bárbaros campos de prueba, ¿o acaso los campos de concentración no funcionaron como un laboratorio experimental sin restricciones?

De esta idea, tan poética como realista y sobre todo, columna vertebral de una manera de encarar el conocimiento, se ocupa Avital Ronell, profesora de literatura comparada en la Universidad de Nueva York. En este libro, sin jamás perder el tono sabio, cultísimo y sarcástico, propone una relectura de filósofos clave como Nietzsche, Husserl, Heidegger, Blanchot y también escritores que trataron el tema de la trampa de las pruebas como Kafka y científicos que cayeron en ella como Alan Turing.

La autora rastrea la compulsión por testear que caracteriza los actos cotidianos e institucionales y sus implicancias en el modo de ver el mundo. La naturalización de la tortura para ir en busca de la verdad, la necesidad de testigos, opiniones diversas, métodos de análisis y toda una tecnología a su servicio. En el camino aporta interesantes reflexiones sobre cómo la ciencia se ve a sí misma, qué relación entabla con las artes y también con la filosofía. Reconstruye, y aquí tal vez resida uno de los encantos más importantes de este trabajo, el circuito del asombro que tanto ha caracterizado a las vidas de científicos y a nuestra idea de ciencia.