Este programa no es para las que cuando miran una nota de cambio de look sienten que “Antes” la protagonista se veía mucho más linda que “Ahora”. Porque desde el simpático e inocente Fashion Emergency aquel de Sony (donde un brushing y un pintalabios nuevo eran suficientes para hacer una revolución), la tele se empecina con espejar la locura social por la estética, y va por más.

Utilísima también sufrió un antes y un después. Desde que su fundador se asoció con FOX, el perfil de la señal potenció su ideología. En esta etapa del español neutro y las conductoras latinolookeadas, detenerse en esa señal siempre es una terapia: al fin y al cabo el susto, como dicen las tías, renueva la sangre. La grilla es un banquete para quienes estudian la exigencia que impone la imagen estereotipadísima de la mujer que los medios de comunicación transmiten. Brinda un diagnóstico tan preciso como el de la prueba genética que se realizan las embarazadas.

En este plan... Mamá sexy. “Las mamás durante el embarazo no quieren dejar de estar bellas y sexies. Por eso, la presentadora Carolina Laursen invita a futuras mamás a recorrer tiendas de moda, centros de estética, gimnasios y nutricionistas para seguir seduciendo a su pareja y sentirse sexies en todo momento”, dice la promoción.

Por un lado, es interesante que el medio renuncie a infantilizar a la embarazada. Por otro, lo que vuelve a Mamá sexy un Frankenstein es sobre qué vicisitudes de la gestante desarrollan su estrategia levantaánimo: pincelando, una vez más, la idea de que basta con verse bien para sentirse rebien. Ah, y por otro lado más: haciendo honor a la verdad y a los efectos de las hormonas de la felicidad bien podrían mostrarla como sujeta de deseo, no (sólo) como objeto.

Así fueron presentadas algunas participantes (ninguna supera los 34 años):

- Agustina (22), panza de 8 meses. “Acostumbrada a trabajar y a estar permanentemente realizando una actividad, esta situación la deprime. Decidió buscar un trabajo transitorio hasta el momento del parto. Acudirá a una entrevista y quiere verse espléndida para poder obtener el puesto de promotora.”

- Carolina (33), la reunieron con Paola Kullock, ¡experta en seducción!

- Paola (26), brasileña, “siempre fue sensual”. “Toda su vida le encantaba mostrar su panza, pero desde que quedó embarazada todo cambió. Se siente panzona, abandonada y que su marido la mira de otra manera.” Entonces la llevaron a una clase de samba y así “revivió los momentos más felices de su vida”.

Los tejidos de la panza de Carolina Laursen (no sólo la conductora de Mamá sexy sino su “Fashion Consultant”) no conocen la crema dermaglós ni esa raya negra vertical que cruza el ombligo y no justamente por someterse a una lipoaspiración. Laursen es modelo y estudia comunicación, participó en programas de FTV, MTV y Fox Life. Poco y nada tiene que ver con la semántica de la fraternidad de las embarazadas.

Hay un cuento de Ray Bradbury que se llama “Sol y sombra”. En él, un fotógrafo de modas va a un pueblo latinoamericano para hacer una producción. Despliega a sus modelos por allí, y genera la reacción de un vecino. “¡Mi hijo no es un decorado! Vi cómo ponía usted a mi hijo contra la pared, así, en el fondo”, le dice, y para impedir la toma le da la espalda y se baja los pantalones. El equipo se marcha. “Ahora, pensó Ricardo, iré calle arriba hasta mi casa, con la puerta donde falta la pintura en el sitio que he rozado mil veces al pasar, y pisaré las piedras que he gastado en mis caminatas de 46 años, pasaré la mano por la grieta de la pared de mi casa, la grieta que dejó el terremoto del año 1930. Recuerdo bien la noche, estábamos en cama, Tomás no había nacido aún, y María y yo nos queríamos mucho, y pensamos que era nuestro amor lo que movía la casa, tibia y grande en la noche.”

¿Cómo bajarnos la bombacha (o faja) para manifestar contra Mamá sexy?

Utilísima, miércoles a las 19.