Vie 19.06.2009
las12

DIEZ PREGUNTAS > A MARTA VELARDE*

“La Argentina no tiene prioridades ideológicas”

1- Usted procede de Santiago del Estero, donde la ley de cupo femenino para cargos parlamentarios está al tope de la grilla nacional, con el 46 por ciento. Contrariamente, la situación general de la mujer en esa provincia atraviesa un proceso de desigualdad profunda. ¿Qué opina de estas contradicciones?

–El cupo femenino del 50 por ciento para cargos legislativos en Santiago del Estero responde a una decisión política de tiempos del juarismo, cuando la Rama Femenina, con férrea conducción por parte de la esposa del gobernador, aseguraba “obediencia debida”. Este alto estándar político contrasta, sin embargo, con la baja calidad de vida de la mujer en la provincia, donde la trata para la prostitución, el tráfico de niños y la violencia familiar registran los índices más altos del país, y aparecen como verdaderos flagelos sociales ante la mirada indiferente de los gobiernos de turno, y en evidencia clara de una cultura autoritaria y machista.

2- ¿Cuáles son las deudas pendientes del gobierno porteño en materia de políticas relacionadas con igualdad de oportunidades?

–La sanción de la demorada Ley General de Educación de la Ciudad de Buenos Aires.

3- Usted es peronista de cuna. ¿Por qué saltó a la Coalición Cívica donde, por caso, la mayoría femenina no se pararía en su vereda política ni en sueños?

–Como peronista acompaño a la Coalición Cívica, que es un espacio político amplio, abierto, integrado por radicales, peronistas y de otras ideologías políticas. Es decir, hay pluralismo, como corresponde en una Argentina que, a mi entender, no tiene prioridades ideológicas. La necesidad hoy es de valores y principios puestos al servicio del bien común. Reconstruir la República con justicia social. Y éste es el ideario del contrato moral de la Coalición, en una síntesis de libertad y justicia social.

4- Muchos en el Congreso consideran una ventaja su paso a la CC, entre otras cosas porque de esa manera ya no habría que tratar su proyecto para bajar la edad de imputabilidad penal a partir de los 12 años. ¿Sigue sosteniendo esta iniciativa?

–Mi proyecto es un aporte, no una imposición. Y será debatido, como corresponde en la casa de la democracia, en oportunidad de la sanción de un Régimen Penal Juvenil, no para criminalizar sino para garantizar a los menores que delinquen el debido proceso legal. Y en el convencimiento también de que con la mera baja de edad de imputabilidad no se soluciona el problema de la inseguridad. Hay que combatir el negocio del delito, de tal manera que las organizaciones delictivas que operan en algunos casos con la complicidad del poder político y la policía, no usen a los menores para delinquir.

5- Enumere y describa tres proyectos políticos propios sobre cuestiones de género que pueda proponer desde esta nueva alianza que integra.

–La mujer no es ajena a la problemática que vive el país. Por eso, aquello que alcanza al conjunto beneficia a la mujer. Me parece que uno de los proyectos más importantes es el ingreso ciudadano a la niñez universal para todos los niños con la sola condición de que asistan a la escuela y reciban la vacunación necesaria. Otro proyecto importante es la creación de un Seguro Social de Salud, estatal, gratuito y accesible, para todos aquellos que carezcan de obra social, a través del sistema Médicos de Cabecera y el programa Pediatra en Casa. El tercer proyecto importante para la mujer es el régimen de libre opción de bienes en el matrimonio, que permite elegir entre la separación de bienes o la sociedad conyugal como existe ahora.

6- ¿Abortó alguna vez?

–No.

7- ¿Alguna vez le tocaron el culo en el colectivo?

–No.

8- ¿Cuándo le cuesta más decir que no?

–Cuando tengo afecto por alguien.

9- ¿Para qué cosas cree que resulta imprescindible?

–Imprescindible... para nada. Tal vez necesaria a la hora de defender la verdad, y luchar por la justicia y el bien.

10- Si llegara a ser legisladora y tuviera la chance de hacer efectiva una ley, ¿cuál sería?

–La que asegure la misma calidad educativa para los sectores de menores ingresos que para los altos. Porque la educación es la única herramienta útil para alcanzar esa movilidad social ascendente que tuvo nuestro país en algún tiempo y que le permitió ser una gran Nación. Tenemos que despertar la esperanza de volver a serlo.

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