Una desnudez trae la otra, podría decirse con respecto a lo que pasó esta última semana en los blogs que repararon en los cuerpos sin ropa y con “michelines”, como llaman en Europa a las caderas y glúteos prominentes, en este caso de la modelo californiana Lizzie Miller, quien posó desnuda para la revista Glamour y superó las 200.000 visitas en pocas horas en la web de la publicación. 80 kilos, 20 años y talle 46 son los números que porta esta chica y que encuentran su foto replicada en miles de blogs. Pero esta desnudez, a favor de una belleza más natural y sin sometimientos a dietas, reflotó en la blogosfera la campaña de la musulmana Hanane Zemali, de 26 años, quien a fin del año último se desnudara para la lente del fotógrafo Alberto Migliozi con la finalidad de denunciar los abusos y la sumisión a cánones religiosos que imponen la ablación genital y la trata de la mujer como objeto (literalmente hablando) en el mundo musulmán. Estos abusos no tienen nada que ver con Mahoma, dijo entonces la mujer de 26 años, para separar aguas de entrada y hacer frente a quienes justifican las aberraciones basadas en causas religiosas. Sus fotos mostrando su redonda cola y otras partes fueron replicadas en infinidad de blogs. Hay un post al respecto en Sexo por chicas (http://www.sexoporchicas.blogspot.com) del 12 de noviembre de 2008. Las fotos también están en el blog Independiente (http://www.independiente.biz). Este tipo de campañas exhibiendo la desnudez cada vez son mejor vistas en la web, sobre todo porque si bien las jóvenes no cumplen con los cánones tradicionales de belleza, tampoco dejan de serlo en absoluto. Más allá de traseros voluptuosos o no, lo que se supone se reivindica es mostrar el cuerpo, en el caso de la tunecina de ascendencia marroquí, allí donde las mujeres van tapadas hasta su rostro, y mostrarse tal cual se es en el caso de la californiana “fuerte de caderas”. Grupo en Facebook para la rubia Lizzie, hablar y concientizar sobre la ablación, lapidación y demás abusos retrógrados en el caso de Hanane, vale la metodología que apunta a consentir que todas podemos ser un poquito distintas, pero dentro de un patrón tradicional. Como se lee en los comentarios del blog Zancada (http://www.zancada.com) –post del 31 de agosto ultimo–, “no es mucho. Pero algo es algo”.