Hace 10 años, la alianza de organismos de derechos humanos que participó en el nacimiento de Memoria Abierta significativamente eligió en forma unánime ese nombre. Quizás esto fue así porque partíamos, pienso, de la intuición y el deseo de no hacer de la memoria de la devastadora catástrofe social del terrorismo de Estado y del horror de la implementación de la desaparición de personas, una memoria cerrada sobre sí misma, encapsulada, una memoria rígida, fija, detenida. Pensábamos que se trataba de abrir la memoria a una construcción colectiva que posibilitara su fluir continuo, el seguimiento de sus confluencias, el recorrido de sus redes. La memoria suma, pierde, retoma, rescata, ubica, descubre y revela contenidos, entidades e identidades, y constituye y restituye sentidos humanos más precisos y amplios en la memoria individual y colectiva.

Abierta a la creación y a técnicas de investigación y comunicación, Memoria Abierta produce conocimiento y políticas de memoria de probada seriedad y excelencia en importantes campos de acción. La memoria es legítima y necesaria partícipe de la constitución del sujeto y de la historia. Hoy la alianza de pluralidad y diversidad de organismos que construyen Memoria Abierta da cuenta de su nombre.

* Representante del CELS en Memoria Abierta.