1. Es un gusto escuchar tu versión de Marcianita en el disco de Hypnofón. ¿Por qué quisiste recuperar y experimentar con esa canción?

–Cuando era niña, mi padre siempre escuchaba un disco de Billy Cafaro en el que estaba Marcianita; sé esa canción desde que tengo memoria.

Un día, medio jugando, Terán escribió un arreglo orquestal del tema y nos dimos cuenta de que la letra tenía mucho que ver con la idea del disco de Hypnofón El Futuro, que en ese momento se estaba gestando... Esa esperanza en el progreso de la Humanidad, en la tecnología, que después no resultó tan bella...

2. La Hypnofón se define como una orquesta multiforme y fúnebre. ¿Qué podés decir de los hypnófonos?

–La Hypnofón es un misterio, ¡casi un secreto! Aparece y desaparece, mutando, y siempre es una fiesta cuando acontece.

Es el fiel reflejo del sorprendente mundo interior del maestro Terán.

3. ¿Qué look elegís para el escenario?

–Hay una frase que dice: “Conoce primero quién eres, y después adórnate en consecuencia”. Es muy importante que esto ocurra en ese orden. La ropa ayuda mucho al artista sobre el escenario, es como un hábito de ceremonia.

Yo necesito sentirme en armonía con la energía que tenga ese día.

Puede ser cualquier cosa, desde un traje de baño antiguo o un vestido negro. De chica creía que iba a ser diseñadora de modas, pero vestir artistas, ayudarlos a encontrar su traje, me gustó mucho más.

4. ¿Cuáles son los componentes de tu planeta musical?

–En mi infancia, mi planeta musical estaba hecho de canciones: crecí rodeada de cantautores. Mi padre, Luis González, es autor y todos los adultos que me rodeaban hacían canciones... y me las mostraban todavía tibias, recién hechitas. Así que el objeto artístico de mi obsesión es la canción; creo que no tuve opción. Es lo más parecido a una película que hay (el cine también me fascina). Y ahora vivo rodeada de orquestas. Así que algo fui aprendiendo de eso también.

5. En tu rol de diseñadora, ¿tenés fetiches?

–Sí, las medias. Cada vez que viajo, traigo miles. Una abuela me llevó a comprar mi primer portaligas a los catorce, y desde ese día se convirtieron en mi fetiche favorito.

6. ¿Qué privilegiás en tus elecciones estéticas?

–Lo auténtico, lo espontáneo, la capacidad de transformar en arte cosas muy comunes, pero de una manera personal, única.

7. ¿Cuándo apareció el disparador de tu profesión?

–Es un poco ajena a mi naturaleza la idea de algo que se dispara y continúa en su curso hasta alcanzar su objetivo. Siempre cosí, siempre canté... pero eso no se ha disparado hacia ningún lado (risas). Tengo una personalidad bien femenina, cíclica, dispersa, obsesiva... Vivo dentro de mi mundo, soy un ama de casa nata.

8. ¿Quiénes entran en el paraíso de la música? Tres canciones que no te canses de escuchar...

–Mi paraíso musical es de cantautores: Stevie Wonder, Atahualpa Yupanqui, Rosario Bléfari, Amy Winehouse, Sting, Jorge Serrano, Kevin Johansen, Jacques Brel, Martín Buscaglia, Axel Krygier y Terán... también entra, él hace canciones pero sin palabras...

Y las canciones son...

“Overjoyed”, de Stevie Wonder
“Lobo”, de Rosario Bléfari
“Ansia”, de Axel Krygier

9. ¿Cuál sería la obra para la que te gustaría imaginar el vestuario?

–Me hubiera encantado hacer el vestuario de la versión cinematográfica del comic Tank Girl. Cualquier heroína del estilo Mad Max me divertiría.

10. ¿Cuál es la próxima estación musical de Lady María?

–Reunir unas cuantas canciones mías que me gusten, hacerme un vestidito para la ocasión, y mostrarlas.