En Tucumán se abrió la primera réplica de la Oficina contra la Violencia Doméstica que creó hace dos años la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la ciudad de Buenos Aires. En menos de dos meses ya atendieron casi 500 casos. Y se anuncian dos nuevas aperturas en Salta y Santiago del Estero. La Justicia le da prioridad a la violencia de género e intenta facilitar el acceso a los tribunales a las víctimas.
› Por Luciana Peker
María Mirta Burgos tenía 42 años, cuatro hijos y atendía una remisería. El 14 de junio del 2007 fue asesinada por su marido, el ex policía Carlos Ocaranza, que estuvo dos años preso. Su mamá, Mirta Gutiérrez de Burgos, pide justicia. “Yo todos los días, de lunes a viernes, estoy en tribunales para no dejar que la muerte de mi hija se quede quieta”, le contó Mirta a LasI12 en octubre del año pasado.
Un año después, Tucumán se convirtió –no sólo por el femicidio de María Mirta Burgos pero sí por la relevancia de la muerte y el maltrato hacia las mujeres– en la primera en tener Oficina de Atención a la Violencia Doméstica (OVD) similar a la que la Corte Suprema de Justicia de la Nación implementó en la ciudad de Buenos Aires el 15 de septiembre del 2008.
“La Corte ve con satisfacción la creación de la OVD Tucumán, como así también la aprobación formal de las futuras OVD en Salta y Santiago del Estero. La de Tucumán es el ejemplo de la posibilidad de replicar, de acuerdo con las características de cada jurisdicción, la oficina de Buenos Aires y demuestra que el Poder Judicial está comprometido, en todo el país, a dar las respuestas que la sociedad necesita en estos temas”, remarca Analía Monferrer, secretaria letrada de la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
En Buenos Aires, la encargada de crear e implementar la primera ventanilla de atención al público de la Corte Suprema fue la primera mujer en asumir como jueza en el máximo tribunal, Elena Highton de Nolasco. En Tucumán, la que motorizó ejecutar una experiencia similar buscando ella misma espacio entre los pasillos de los tribunales es la única jueza (llamada vocal en la provincia norteña) de la Corte Suprema tucumana, Claudia Sbdar.
“La idea nació en mayo del año pasado cuando se reunieron los tres poderes del Estado de las cinco provincias del NOA: Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Catamarca y Tucumán convocados por la Corte de Tucumán. Allí se firmó un acta de compromiso donde se decidió incorporar entre las prioridades de las políticas públicas la violencia doméstica. Por otra parte, a instancias de Elena Highton, se nos invitó a firmar un convenio de colaboración recíproca y la Corte Suprema incitó la creación de oficinas de violencia doméstica en el resto del país. Por eso, ya en noviembre del 2009 firmamos el acta compromiso y la oficina abrió las puertas el 19 de abril pasado”, relata Sbdar.
Desde esa fecha hasta el 16 de junio del 2010 la primera oficina provincial de violencia doméstica atendió a 445 personas, un dato que demuestra la necesidad de muchas mujeres maltratadas que no tenían lugares a dónde recurrir para informarse, denunciar, conocer sus derechos o pedir ayuda.
Sin duda es un paso adelante. Pero al que le falta crecer. No sólo tiene que replicarse en otras provincias, sino también en el interior tucumano, ya que la OVD abarca casos de la ciudad de San Miguel de Tucumán, Yerba Buena, Tafí Viejo y Banda del Río Salí.
Además quieren extender el horario. “Por ahora es una experiencia piloto y con el presupuesto que contamos podemos abrir por la mañana y la tarde, de lunes a viernes, pero queremos, progresivamente, llegar a tener una atención completa las 24 horas, los 365 días del año”, proyecta la magistrada que también cuenta: “La oficina tiene una estructura idéntica a la de la Oficina de Violencia Doméstica de la Nación, funciona con dos equipos interdisciplinarios –abogado, psicólogo y trabajador social– por la tarde y la mañana y luego hay una coordinadora general. Hay una mesa de entradas, una sala de espera, una sala de juegos para niños y una persona que cuida a los chicos mientras la mamá realiza su relato. También contamos con médico. Y la idea principal es facilitar el acceso a la Justicia de víctimas de violencia doméstica”.
“Hay una fuerte decisión de política judicial para decirles a las víctimas de violencia doméstica que pueden obtener todo tipo de información sobre las vías jurisdiccionales que les corresponden. Nosotros, además, realizamos informes de riesgo –que antes llevaban mucho tiempo en consumarse– y eso atrasaba ejecutar medidas como la exclusión del hogar de un hombre violento”, subraya. Y acentúa el paso adelante que significa una ventanilla abierta a las víctimas: “Las personas maltratadas tienen un abanico de posibilidades en la OVD: se les informa sobre las diferentes alternativas de su caso y si la persona decide denunciar, el expediente le es remitido al juez competente –si se trata del fuero civil– o al fiscal –si la denuncia es penal– y, en ambos casos, los juzgados tienen elementos en su mano con mucha inmediatez”.
C. S.: –La violencia doméstica es un tema muy importante que está presente en todo el país y en todo el mundo. No es un problema de países subdesarrollados e indudablemente los distintos poderes del Estado se tienen que hacer cargo.
C. S.: –Especialmente desde estos dos últimos meses venimos trabajando mucho con los jueces y los defensores y hay un fuerte compromiso del Poder Judicial con esta problemática.
C. S.: –Nosotros queremos que sepan que existe un lugar donde, con facilidad, pueden llevar su problema para que su caso llegue a la autoridad jurisdiccional y se resuelva en el menor tiempo posible a través de un informe de riesgo realizado por nosotros. Es un compromiso institucional fuerte de acercarse a las víctimas y de acercarle la Justicia a la ciudadanía.
C. S.: –Yo creo que sí. A cada mujer que vino se la escuchó y se le abrió un camino para atender su problemática. Sin duda, la cantidad de casos recibidos revelan la necesidad que había de mayor atención. Y brindar esa atención es uno de los deberes indelegables del Estado. No podemos aspirar a solucionar totalmente la violencia doméstica, pero sí a atenderla lo mejor posible. Y con salvarle la vida a una sola mujer ya es un trabajo que vale la pena. ¤
–Tucumán: En la planta baja del Palacio de Tribunales, en Pasaje Vélez Sarsfield y Congreso (ingreso por la calle Lamadrid), de lunes a viernes, de 7 a 13 y de 13 a 19.
–Ciudad de Buenos Aires: Lavalle 1250 (atiende las 24 horas los 365 días del año). Consultas telefónicas: 4370-4600, internos 4510 al 4514 / Correo electrónico: [email protected]/ Web: www.csjn.gov.ar/ovd
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