Con Cuba como ejemplo del trato preferencial que se le otorga a la primera infancia en cuanto a asistencia y educación, y con la presencia de representantes de la OEA, se llevaron a cabo las Jornadas de Responsabilidad Social Empresaria y Primera Infancia. Experiencias concretas y razones científicas que advierten sobre la urgencia de aunar esfuerzos entre las empresas y el Estado para salvar el futuro.
› Por Clarisa Ercolano
Según un informe de la Unesco de 2007, solamente el 5 por ciento de los menores de tres años latinoamericanos recibe cobertura educativa del Estado, pese a que los ministros de Educación de los 34 países miembros de la OEA –incluyendo la suspendida Honduras– se comprometieron a inicios de ese año a desarrollar acciones para la primera infancia. El 62 por ciento de los niños latinoamericanos de edades entre cuatro y seis años está recibiendo cobertura educativa y el mayor porcentaje de fracaso escolar se concentra en el primer grado escolar. En las antípodas de este mapa estadístico se ubica la isla de Cuba, país en el que un 98 por ciento de los menores de tres años recibe cobertura educativa, lo que a juicio de quienes participaron en el encuentro “deberían imitar” la mayoría de naciones de la OEA.
“Si los niños no pueden ser llevados a la escuela, llevarles la escuela a su casa” es una de las conclusiones más destacadas que se escucharon promediando las Jornadas de Responsabilidad Social Empresaria y Primera Infancia que se desarrollaron en Buenos Aires, con la participación de delegados de nueve países miembros de la OEA: Argentina, Brasil, Colombia, Perú, Venezuela, México, Chile, Uruguay y Estados Unidos.
Gaby Fujimoto es doctora en Ciencias de la Educación, recibida en la Universidad Nacional de Educación de Lima y responsable senior de Educación de la OEA. Ella considera que la cobertura educativa del Estado durante la primera infancia debe de ser “flexible”, por lo que puede atenderse a los niños en su propia casa, en un centro educativo o incluso en una área habilitada en el lugar de trabajo de los padres. En este sentido, instó a las empresas a “no poner dinero sino a adoptar” una política de responsabilidad social que dé flexibilidad a sus trabajadores para el cuidado de sus hijos. En diálogo con Las 12, ahondó en conceptos y políticas de trabajo que tienen como lugar común la equidad desde el nacimiento y no como una conquista que debe librarse independientemente a medida que se alcanzan niveles de adultez.
–Partimos del concepto de niño como persona, como sujeto de derechos, donde uno de los más importantes es la educación. Desde el embarazo y durante los primeros 8 años de vida se produce una situación muy especial, ya que existe en todos los niños un momento de significativo crecimiento y desarrollo cerebral, donde la plasticidad del cerebro puede ser modelada tanto estructural como funcionalmente. Es decir que el entorno tiene la posibilidad de modificar el “cableado inicial”. Esto significa que en esa etapa tenemos la posibilidad de compensar diferencias originales del contexto, si le ofrecemos al niño el ambiente de posibilidades para que desarrolle todas sus capacidades.
–El objetivo de la OEA es que los ministerios de Educación de cada país cumplan con la dinámica y ejecución de las acciones que se encuentran incluidas en los convenios establecidos. En las distintas reuniones de países convocados al desarrollo de estrategias de abordaje de la primera infancia, se van planteando desafíos, luego cada país ve la forma en que instrumenta en la realidad esos acuerdos. Argentina es un país con alta tasa de natalidad, y como todos los países de la región requiere concentrar esfuerzos en el desarrollo de la educación inicial y básica de los niños. Estamos trabajando en un paradigma que consiste en reinvertir las prioridades del sistema educativo, estoy segura de que será más productivo para cada país. Es importante disminuir a cero los porcentajes de repitencia y deserción, sobre todo en las zonas rurales, indígenas y de frontera. Los costos de recuperación de desertores y repitentes son tan altos que sería mejor invertirlos en la primera infancia. Trabajar juntamente con la sociedad civil y los empresarios es una gran oportunidad para Latinoamérica y para Argentina, ya que permitiría tener un equipo de empresarios que, sin reemplazar las responsabilidades de los gobiernos, pueda actuar como “veedor”, motivador, ejecutor de innovaciones, de aplicaciones científicas de evaluación, seguimiento, monitoreo de la educación de calidad y de atención integral, y ofrecer servicios para los hijos de los trabajadores de las empresas. Alcanzando este objetivo, tendríamos a empresarios ayudando a perfeccionar los niveles de desempeño y competencias, por lo tanto, construiríamos un mejor futuro de cada país. Hay muy buenas experiencias en Colombia, Perú, Chile y también interesantes aportes de las empresas en Argentina.
–Resulta evidente la importancia de la profesionalización de los docentes en todos sus aspectos. La educación de la primera infancia requiere profesionales bien formados, socialmente reconocidos por el lugar de importancia que ocupan, preparados y capacitados.
–Los ministros de Educación aprobaron el “Compromiso hemisférico por la educación de la primera infancia” y sus “Lineamientos Programáticos” en Colombia, en noviembre de 2007. Este compromiso se ha ratificado, en agosto de 2009, donde los ministros pidieron que se aprobara un Programa Interamericano de Atención Integral que incluyera los avances de los países y las metas y objetivos a cumplir a futuro. Este es un desafío a llevar a cabo. Los compromisos políticos amparados por la OEA se han traducido en normas nacionales, leyes de educación y textos dentro de las constituciones políticas de algunos países, por lo cual depende de cada país el modo de lograr que se concreten servicios para menores de cero a tres años de edad.
–Los aportes de las neurociencias han sido determinantes a este énfasis en la primera infancia: el cerebro se desarrolla mayormente desde la gestación y hasta los 8 años de edad. Los hallazgos científicos coinciden en subrayar que si queremos estimular al niño debe ser con acciones de carácter integral que cubran todas las dimensiones de su desarrollo (afectivas, emocionales, cognitivas, físicas, sociales). Si estimulamos el desarrollo del ser humano desde antes de su nacimiento, estaremos formando los cimientos de su vida futura, personalidad, inteligencia. Los estudios demuestran reiteradamente el valor insustituible de la madre y la familia como mediadores pedagógicos de excelencia para realizar experiencias positivas o negativas del ser humano desde antes de su nacimiento. Los educadores en los jardines maternales o las madres cuidadoras deben conocer cómo trabajar con los niños para lograr optimizar su desarrollo.
– En Argentina, por ejemplo, hay una excelente experiencia que cumple con los compromisos asumidos por el Gobierno al ratificar la Convención de los Derechos del Niño, y los derechos de la madre que trabaja de la OIT. Diálogos Emprendimientos Educativos ayuda a las empresas a brindar servicios para los hijos de los trabajadores, desde los cuarenta y cinco días de nacido hasta los cinco años. La madre o el padre llegan con el niño/a a trabajar y se van con el niño cuando termina su jornada laboral. Esto permite generar importantes momentos de interrelación, afecto y comunicación entre ellos, logrando que los padres adquieran mayor sentido de pertenecía y puedan cumplir su labor de entrega de experiencias a sus hijos/as.
–En América latina la atención y educación de los niños y niñas del primer ciclo (nacimiento hasta tres años) es promovida muchas veces por otras instituciones no dependientes del Ministerio de Educación, mientras el segundo ciclo (tres a seis años) y la educación primaria dependen de una manera u otra de dicha instancia. La directora nacional de Educación Inicial del Ministerio de Educación de Argentina dijo que su equipo se ocupa de garantizar que se cumplan las instancias propuestas en la Ley Nacional de Educación. La misma promueve la obligatoriedad de la sala de 5 años. En esta propuesta de inclusión estaría sumando el objetivo de que las experiencias de aprendizaje sean de alta calidad. El objetivo es poder brindar las posibilidades de que se desarrollen niños con trayectorias escolares exitosas.
–Hay que destacar que desde que el niño está en proceso de gestación, está sintiendo, está escuchando, está formando afectos. Todo lo que son hábitos, valores para ser un buen ciudadano, se aprenden a través de la madre, a través del proceso de gestación, hay que enseñarle a convivir, compartir, a respetar. Las evidencias y constataciones realizadas en los últimos años, desde diversas perspectivas (culturales, psicológicas, económicas, educativas, de las neurociencias, entre otras), respecto del desarrollo infantil han consolidado la importancia del desarrollo, atención y educación temprana desde antes del nacimiento, ya que estos aportes tempranos van a generar modificaciones en el niño no sólo hoy sino también en su futuro.
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