MúSICA
Con 20 tracks de 20 artistas mujeres, ¡Uruguayas campeonas! es la primera antología de cantoras charrúas que repasa cuatro décadas de música popular femenina y vecina.
› Por Guadalupe Treibel
Una mujer entera no necesita media naranja; aunque no haya gajo que por bien no venga cuando se trata de temas madurados en azúcar, miel y canción. En caprichoso recuento, a la hora de pelar la escena cancionista de mujeres uruguayas, la fruta se divide –exactamente– en 20 pedazos: voces de cantautoras e intérpretes charrúas que, en franco compilado, hacen antología musiquera, unificadas por una bandera –azul y blanca–, reunidas por un disco –¡Uruguayas campeonas!–. Para darse ecléctica panzada de muchachas de la Banda Oriental que, del otro lado del charco, hacen carrera (e historia) a fuerza de buenas canciones y música urbana, cruzadas ellas por candombe, bossa, rock, ritmos afro, influencias tangueras, folk, zamba y más, tantísimo más.
Con idea y producción del periodista y editor de la revista Rolling Stone, Humphrey Inzillo y el auspicio del Ministerio de Educación y Cultura de la República Oriental del Uruguay, la curaduría muestra ojo (y oído) afilado a la hora de hilar referentes de ayer y hoy, nombres que pisan fuerte y estrellitas en ascenso, todas prolijamente enmarañadas por estilos personales y singular temario.
De las fundacionales destaca Diane Denoir, otrora musa del mítico Eduardo Mateo, con “Esa tristeza”, tema del compositor de culto; Vera Sienra –voz que dio su puntapié inicial a finales de los ‘60– con “Ayer”, track propio y sentido, intimista, cargado de esas nostalgias francamente conmovedoras; Mariana Ingold, compositora, tecladista y cantante, que –en plan candombero– ofrece “El gran amor”, o Estela Mangone que, en personalísimo registro, regala “Oración de espirales” (en coautoría con –una vez más– Mateo) y entona, sin concesiones, un pedido: “Si acaso la causa de este sentido que va continentes son mil y un caminos / si acaso tú eres eterno y puedes todo lo que aquieta y está en movimiento / hazme como tú que haré como pueda de mí un ser eterno / haz que nunca muera”.
Con la música popular como leitmotiv, el mapa sensible de tres generaciones continúa su cartografía obligada con artistas “intermedias” (en lo que a tiempo y carrera refiere) como Samantha Navarro y su retrato cantado de una tierna hippie psicoanalizada, lectora de Galeano, buen nieta; “Cuántos líos que se lían en tu sencillez”, entona en “Ana Lía”, tema de su disco Tengo recuperación, producido por Rubén Rada e incluido en (este) franco compilado.
De las “emergentes”, varias notables: la pecadora rioplatense Ana Prada, dueña de una lírica afilada y melodías amables, ducha en cargar la batidora de sonoridades varias y vestir la canción de... canción, hace su aporte con “Brillantina de agua”, de Soy sola, su primer disco solista. En el track “Volvé a jugar”, hace estelar aparición Martina Gadea, que –con reciente y multipremiado disco homónimo– presenta voz y cadencia inocentísimas, acompañadas de una letra humilde y lúdica, imperdible. No podía faltar la princesita Eliu, hija de Gustavo “El Príncipe” Pena, compositor de culto uruguayo, que recupera la poesía familiar con “Leves señales”, donde –al ritmo de un trombón protagonista– explica: “Cualquier modo de amar está bien”. Claro que sí.
¿Otros temas para el recuerdo? “Puntos cardinales”, un inédito de Carmen Pi que, con voz sobre piano, pone geografía sobre emotividad y anuncia: “La música, mi refugio, mi pena y mi salvación. Mil tangos y una pavana me dieron la vida en la tierra del sol”. O “Acertijo”, de Berta Pereira y Las Comadres, donde la letra toma por asalto y define una forma de feminidad de elementos tomar: “Tú la puedes encontrar con la luna entre los dedos, subida domando el fuego que la quema. Tú la puedes encontrar con la luna bajo el brazo, de una estrella un pedazo y cuatro azules del mar”.
Lejos del dicho popular que, desde la negativa, anuncia “El que mucho abarca...”, ¡Uruguayas campeonas! funciona como muestrario y panorama, acercando al desprevenido una veintena de talentos para todos los gustos. Qué canción o cantante causará más simpatía, eso dependerá de cada oyente. Así, con arte de tapa futbolero y simpática foto grupal, la copa y el título van, sin duda, para esta selección femenina. ¡Caen papelitos de colores! Al fin de cuentas, la –ecléctica y caprichosa– gambeteada deja atrás el peligro de gol para volverse, sin más, en certero tanto charrúa. ¤
En el marco de presentaciones de ¡Uruguayas campeonas!, Estela Magnone y Ana Prada tocarán mañana sábado 29 de enero a las 20 en Casa Nacional del Bicentenario, Riobamba 985. La entrada, libre y gratuita, se retira una hora antes del show.
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