EL MEGáFONO)))
› Por Luis Hornstein *
La Generación NiNi son aquellos jóvenes que ni estudian ni trabajan. Se suelen dividir en dos grupos: de 15 a 24 años, que en Argentina son alrededor de 600.000, y de 15 a 29 años, que representan a 800.000 habitantes. El principal problema de esta generación es que se encuentran excluidos del sistema en la actualidad y en el futuro. Es decir que, desde el punto de vista de integración social, no tienen un proyecto: sólo viven el presente y no pueden apostar al futuro.
Esta situación tiene consecuencias en la autoestima, que se apuntala a lo largo de lo vivido, del presente, y con los futuros proyectos que, si se vuelven demasiado difíciles de concretar, facilitan en los jóvenes, en general, la depresión, las adicciones, la apatía y la abulia que se ven con tanta frecuencia.
Ser parte de la generación NiNi afecta los vínculos y la posibilidad de sentirse “capaz de”. La población NiNi es una población de alto riesgo. Vemos que hay un proceso social que afecta en principio la salud psíquica y seguramente también la salud en general. Este fenómeno puede darse como consecuencia de un desinterés por parte de los jóvenes y también como producto de diversos procesos de frustración. Por ejemplo, si un joven busca trabajo y no lo encuentra debido a la falta de oferta, se vuelve escéptico y deja de buscar o pierde el interés.
En este caso el desinterés puede ser tanto el punto de partida como el de llegada.
En los NiNi, la relación esfuerzo-beneficio está alterada, los jóvenes se encuentran faltos de ideales, de perspectivas, de referentes. Si no hay figuras que encarnen ciertos proyectos viables y si además esos pocos proyectos viables se ven con demasiados obstáculos pueden hacer que muchas personas “tiren la toalla” o digan “hasta acá llegué”.
Es cierto que existen jóvenes con una mayor motivación, fuerza o empuje, pero debe haber un equilibrio entre cómo fue su historia, cómo fue criado y lo que le ofrece la sociedad, que lo “desalienta”. El NiNi tiene demasiado tiempo libre, el cual no es vivido como tal, sino como tiempo de desocupado. La vida sin agenda es muy difícil. En el mejor de los casos, busca actividades complementarias ya que su vida queda librada a cómo llena su tiempo. También depende de con quiénes se rodea, qué tipos de influencias tiene, qué tipo de ofertas existen socialmente para hacerle la vida más agradable. ¿Cuál es el rol de los padres frente a la generación NiNi? Lo más importante que pueden hacer los padres es ayudarlos a que esta situación no sea vivida como causada por ellos mismos, que puedan acompañarlos y mostrarles que la falta de trabajo o de proyectos, en algunos casos, es una problemática que va más allá de ellos, es un factor social.
Algunos jóvenes lo viven como un fracaso personal. En cambio, los que lo interpretan como un fenómeno social quedan más preservados y con más posibilidades de activarse. Los padres pueden rescatarlos, contenerlos, hablarles de que esto es un momento particular, que no siempre fue así y que tampoco va a ser siempre así, que hay muchas personas con dificultades para conseguir trabajo más allá de su edad.
* Presidente de la Fundación para el Estudio de la Depresión, Premio Konex de Platino década 1996-2006 en psicoanálisis, autor de los libros Narcisismo (Editorial Paidós), Intersubjetividad y Clínica (Editorial Paidós), Las depresiones (Editorial Paidós) y Autoestima e identidad (Fondo de Cultura Económica).
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux