Entre vidalas, cuecas, chamamés, zambas, milongas, huellas y otros aires de canción popular se pasea la pelicorti Casiana Torres, mujer de folklore y poesía que, a la hora de la letra, encuentra su voz en el cancionero nativo. “No son miles las canciones que expresan la voz propia”, arriesga ella, dueña de dos discos que, de norte a sur, apuestan a una geografía musical federalista, de raíces y sabrosa y cuidada selección. Sea un tema de Alfredo Zitarrosa o de Tejada Gómez, de Teresa Parodi o Raúl Carnota, Antonio Tarragó Ros o Baldomero Palma, la cantora afina la herramienta vocal y entona con preciosa intención tanto en su primogénito Canto mi tierra (2007) o su segundo larga duración Del fuego a la raíz (2009), siendo –como ella misma define– “respetuosa de los instrumentos musicales que se utilizan, de cómo se escribieron esas canciones, de su historia”.

“Me interesa pintar mi aldea, mi país, con todos sus paisajes mágicos y diferentes; desde el horizonte profundo de La Pampa con su mañana silenciosa hasta aquellos puntos donde, al despertar, suena un chamamé tremendo”, cuenta a Las12 la artista de origen fueguino, nacida en Río Grande y proclamada “única representante de la música popular de la isla a nivel nacional”. Con esa impronta de puntos cardinales, Torres arma un mosaico de canciones “que se apoyan en lo federal porque Tierra del Fuego es un poco de todo”. “Es un lugar donde la idiosincrasia de muchos paisanos del país confluye. Todos nuestros padres son norteños que llegaron con su bagaje, su historia, su añoranza y su música”, ofrece.

Sobre su sitio natal, continúa Casiana: “Para los que dicen que es el fin del mundo, yo digo: es el principio de todo. Hay una identidad que aún se está gestando. Al fin de cuentas, el 26 de abril recién cumplimos 22 años de provincializados, siendo la provincia más austral, la intercontinental, la más joven”, reafirma la intérprete.

Apenas terminado el secundario, Torres se fue a Buenos Aires a estudiar Artes Dramáticas. “Para paliar la herida del desarraigo, me mimeticé con lo que me sostenía, el arte, e hice teatro, literatura, tango, danza. Pero descubrí que todo era un derrotero y un recorrido que tenía sentido en la canción popular. Para mí la sanación de la herida empieza cuando comienzo a cantar”, admite la fueguina. Y admite también lo que busca con su canto: “Impulsar una voz federal en relación a la identidad de mi provincia, expresando qué es lo que mi provincia quiere, ama y necesita. La Tierra del Fuego ya está dentro mío”.

Casiana cantará el 1º de abril en la vigilia de los ex combatientes de la ciudad de Ushuaia, en los actos de conmemoración del Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, donde la presidenta Cristina Fernández de Kirchner hará el acto central. “Es una experiencia fuerte porque es una fecha muy cara para los fueguinos, en tanto las Malvinas son –primeramente– fueguinas y eso acerca a la causa un poco más”, explica la cantante que, para la ocasión, comenzará recitando “Oda filial a Tierra del Fuego”, de José María Castiñeira de Dios, y estrenará canción (“Soledad de las Malvinas”, de Hilda Herrera y José Pedroni), antes de ofrecer su repertorio y una causa compartida por tantos: la de llamar a defender el patrimonio y el futuro.

“Cada vez que me subo a un escenario, digo lo que llevo en el corazón: que no abandonemos nuestro territorio porque geopolíticamente está en un sector muy codiciado. Que nuestros recursos naturales son muy importantes. Que tenemos unas islas que nos pertenecen porque ahí está la sangre de nuestro pasado. Que vuelva la idea de patria grande. Que no nos dejen tan solos aquí abajo”, apuesta Torres que, en breve, empezará la maqueta de su tercer disco.