Con un destino mucho menos fabuloso que el de Amélie, el personaje que interpretara la francesa Audrey Tautou en la película de Jeunet allá por 2001, Amalia Granata, la rubia con la mirada más desquiciada de la televisión, empezó a transitar la alfombra roja de la solidaridad cholula. Quién iba a decir que la otrora chiquilla reconocida por su cama caliente con el inglés Robbie Williams terminaría siendo defendida hasta por periodistas “serios”, en lo que va a cuenta de trayectorias. Fue por lo menos divertido escuchar esta semana en el prime time de radios AM como Nacional o la 750, a columnistas de lustre decir que “esta vez, hay que estar a favor de Granata”. “¿¡Por qué!?”, preguntaban escandalizados algunos conductores de corte cool que, aducían, no suelen mirar televisión. “¡Porque fue censurada!” Respuesta contundente. Bajada de telón. “La Granata”, lengüilla filosa que da y reparte para todos los gustos, tuvo la mala fortuna de soltar cadenas contra el programa Desayuno Americano. Un gráfico urgente por aquí: Desayuno Americano - América TV - Conducción: Pamela David - Dueño del canal: Daniel Vila - Pareja actual del empresario y futura madre de su hija/o: Pamela David. Ni siquiera que la barbie azabache haya faltado el día en que “esa irascible” despotricó contra todos los panelistas la salvó de mudar los trapos a otros roperos. Amalita, como Manuelita, se fue un poquito caminando y otro poquitito a pie. Si bien la génesis del embrollo nació como una especie de sitcom entre Granata y su ex, el futbolista Cristian “El Ogro” Fabbiani, en días previos a la firma de un acuerdo por la cuota alimentaria que aquél deberá pasarle a Uma, la hija de ambos, y que cubrió el ciclo Antes que sea tarde, coconducido por la rubia junto a Guillermo “El Pelado” López (ex CQC) precisamente por América, la comedieta se desbarrancó cuando Fabbiani relató que tuvieron sexo en un auto la noche que se conocieron. Y la furia de Granata tuvo asidero: al fin y al cabo, a los ponchazos o de la única manera que la fauna mediática sabe resolver sus cuitas, esa pelea por las cuotas por alimentos hizo visible una problemática que atraviesan miles de argentinas. “Decidí compartir públicamente (...) el desenlace de mi ardua lucha por los derechos de mi hija luego de cuatro difíciles años.” El staff de Desayuno Americano se dedicó a “debatir” el caso con la sutileza de una piedra pómez. “Amalia debería agradecerle al Ogro todo lo que hizo por el programa. (...) Les dio rating y le puso el mejor humor. La remó”, dijo el periodista Juan Carlos “Toti” Pasman. “Granata no es María Kodama. La conocimos contando que se encamó con Robbie Williams. No jodamos, ¿de quién estamos hablando?, expresó Martín Ciccioli. “Si ella no se hizo valer esa primera noche, no podemos nosotros hacerla valer. Un hombre en cámara no me va a tratar así porque yo me hago valer”, agregó la panelista Rocío Marengo. “Si te acostás la primera vez con un hombre, te toman como a una puta.”

La aludida tipeó un primer tweet: “Qué desagradable es el programa Desayuno Americano, vomito cada vez que lo miro”. Pero el último fue la gota que derramó tanta descompostura. “¡¡¡Aguante AM!!! Mirando el mejor programa de la mañana @AMtelefe”. El periodista de espectáculos Angel de Brito publicó en su columna de Ciudad.com que los mensajes derivaron en un despido automático, aunque días después ella lo anunciara como renuncia. “No soy ni la mejor, ni la peor. Soy fiel a mis convicciones, no le temo a nada ni a NADIE. Amo mi libertad de expresión que me hace evolucionar.” En un comunicado de prensa detalló que “los motivos de mi decisión se basan en los acontecimientos vividos el jueves 5 de julio durante la emisión del programa Desayuno Americano (...). Toda esta situación que yo jamás provoqué se agravó más aún porque estaba siendo injuriada por un equipo integrado por gente del mismo canal. Repudio totalmente todos los dichos y comentarios expresados por ese panel, y reafirmo lo que siento”.