ESCENAS
El Proyecto Manual del Centro Cultural Ricardo Rojas se propone en su segunda edición tomar tres manuales de instrucciones y volverlos material escenificable. Lo mágico, lo hipnótico y lo ético son los ejes de las obras.
› Por Sonia Jaroslavsky
Los directores convocados para esta iniciativa del Rojas fueron Mariana Obersztern, que se involucra con un Manual de procedimientos de auditoría interna, Nacho Ciatti que indaga sobre el Manual de hipnosis, de Franco Granone, y Vivi Tellas aborda el Manual práctico de las manifestaciones espiritistas, de Allan Kardec.
Mariana Obersztern montó Si el destino viene a mí, inspirado en un manual que se pregunta sobre el buen o mal obrar, sobre la detección de desajustes en aras de una mayor transparencia y eficacia. A partir de este libro es que Mariana decidió vincularlo con la mirada hacia el interior del ser. “Tomé la idea de auditoría interna –explica– como una pregunta por el ser. Los actores están en estado de pregunta permanente: se preguntan sobre si lo que tienen que hacer en la obra (y en el mundo) está escrito o debe ser inventado. En la obra hay un progresivo borramiento de bordes, ya que se pone en escena la duda entre si la pregunta atañe a lo que ocurre en el escenario o, más bien, tiene que ver con la existencia, con la condición humana.” La obra no es argumental, pero se podría decir que son seis actores que buscan su razón de ser en el escenario. La obra para Obersztern está hecha de presente, sujeta a leyes de la física, del tiempo y del espacio.
Nacho Ciatti presenta Hipnosis, enredaderas, desastres, que aborda el derrotero de un hombre en crisis hasta destrozar sus miedos, reconciliarse, volver a las fuentes, intentar distinguir dónde está la vida, dónde la belleza, con una estructura dramática que se funda en el devenir del procedimiento de hipnosis clínica. Para Ciatti, el manual de hipnosis introduce una gran contradicción: “Encierra un comportamiento recurrente de la naturaleza humana: el deseo infatigable de la mente por enmarcar lo mágico, lo inexplicable, darle un nombre, una técnica para la repetición”. El espectáculo está inspirado en el compositor ruso Sergei Rachmaninov –del que el director es admirador–, que sufrió una gravísima crisis luego de estrenar su primera sinfonía y permaneció bloqueado por tres años hasta que, gracias a un tratamiento de hipnosis, pudo superarlo y escribir muchas de las mejores obras de su vida.
En el caso de Vivi Tellas, el trabajo sobre estos manuales dio como resultado el espectáculo La bruja y su hija, que continúa su labor de investigación de sus espectáculos documentales enmarcados en el Proyecto Archivos. Es así que para este espectáculo convocó a Carmen, una bruja –sí, una bruja verdadera– y a su hija Bárbara, para volver material dramático sus vidas. Carmen explica –de la misma manera que lo hace en el espectáculo– que la brujería se transmite de generación en generación: “Eso te hace nacer con falla en el orillo, ya que mi vida no fue común: desde pequeña vivía los ritos de brujas en mi casa. Por un lado, todo era mágico y, por otro, todo resultaba muy desconectado de la realidad”. En la obra, apenas se ingresa, se siente el aroma a laurel sobrevolando la sala Biblioteca. Para Carmen es una planta muy poderosa que simboliza el triunfo. En algunos momentos del espectáculo se las encuentra explicando algunos ritos simples y otros más secretos. Ambas son simpatiquísimas, y hasta se ríen del lugar común de la mujer-bruja sacando a relucir una escobita de tamaño diminuto. Bárbara dice que no trabaja de bruja como su mamá, pero “mi vocación, mi trabajo y vida personal están conectados con ser bruja. Yo defino a la bruja como alguien que aprende al revés, que sabe que la realidad invisible está por delante. La bruja en primera instancia es una gran buscadora. Por eso creo que más allá de que esto se transmita de generación en generación, hay muchas personas en el mundo que sin dedicarse a la brujería lo son de alguna manera: un colectivero, un artista, una mucama o un político. Cualquiera que intervenga en lo real para hacer un cambio con pasión y riesgo lo es”.
La bruja y su hija, sábados, 21 hs., sala Biblioteca. Si el destino viene a mí, viernes, 21 hs., sala Cancha. Hipnosis, enredaderas, desastres, sábados, 22.30 hs., sala Cancha. Centro Cultural Ricardo Rojas. Av. Corrientes 2038. $ 20.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux