1) ¿De qué se trata su proyecto en construcción?

–Un flipbook es esencialmente una forma primitiva de animación, el principio básico del cine. Por mi pasión por la ilustración, la fotografía y el cine, esta idea surgió a partir de condensar en un mismo elemento ciertas características de todos esos rubros. El primero que hice fue hace mucho tiempo como regalo para un novio, en los ’90, hecho en casa y sin ninguna otra intención más que la de experimentar, con mi nueva cámara de fotos de aquel momento, con el movimiento de objetos que puede ser generado con la sola sucesión de imágenes que, en formato de libro pequeño, se convierte en una especie de película en miniatura. Diez años después, a raíz de mi desarrollo como ilustradora, comencé a realizarlos con dibujos propios sólo por el placer de hacerlos, y luego se me ocurrió que podía convertirlos en un producto comercial.

2) ¿Cuál es el interés que merece?

–Además de considerarlo como un lindo objeto en sí mismo, creo que, por ejemplo para los niños, es más que un objeto e, incluso, si bien cada uno cuenta una pequeña historia, también es más que un libro: es un juego didáctico a través del cual pueden comenzar a aprender la concepción básica del cine, que consiste en una sucesión de imágenes que varían gradualmente de una página a la siguiente para que, cuando las páginas se pasan rápidamente, las imágenes parezcan animarse simulando un movimiento.

3) Si fuera un producto, ¿cómo sería su slogan?

–Podría ser “minilibros animados”, o “cine en miniatura”, o “el cine puede generarse también tan sólo con los dedos”.

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