Cuando en la última y recientísima entrega de los premios Emmy la genial Tina Fey subió a recibir el galardón al Mejor Guión en una Serie de Comedia por el finado 30 Rock, el escote le jugó una mala pasada, y pum: su pezón derecho se volvió noticia. ¿Qué hizo ella? En un gesto parsimonioso, demostró su característica inteligencia mofándose del siniestro, explotándolo a tope. Así, de cara a conducir el primer capítulo de la nueva temporada de Saturday Night Live, las promos de la semana pasada la encontraron refiriéndose al incidente, explicando que tomaría todos los recaudos para que no volviera a ocurrir. Acto seguido, Tina abría los brazos... y mostraba los dos senos. “Ups, olvidé ponerme una remera”, remataba esta gloriosa señora que nunca cesa de maravillar con su habilidad para descomprimir situaciones, tomarse las trivialidades a la ligera y fulminar con acidez paródica todo, absolutamente todo.

No por nada, la bien llamada Reina de la Comedia ha sido el modelo a seguir de nuevas generaciones de guionistas que pisan los talones, con Lena Dunham –creadora del show hipster por excelencia Girls– a la cabeza. A dicho programa, casualmente le dedicó Fey uno de los sketches más aplaudidos de la season premiere 39 de SNL del pasado sábado, al interpretar al quinto personaje que a la troupe de veinteañeras neoyorquinas le andaba faltando: Blerta, una sufrida albanesa que tiene que escuchar los inflados dramones de Hannah y sus amigas. Y aunque faltó la personificación de Sarah Palin que la hizo (más) famosa, sobraron los chistes: “Si no aparezco en tevé una vez cada tres semanas, una parte adentro mío se muere. ¿Y cómo voy a conseguir la mejor mesa en Subway si no estoy en televisión?”, arrancó su monólogo mofándose de una actualidad sin pantalla quien estuviese en el asidero SLN durante nueve temporadas y fuese su primera jefa de guionistas mujer.

Expresa feminista, demócrata, madre de dos, actriz, comediante, productora, ganadora de Emmy, Golden Globe Awards, Screen Actors Guild Awards, entre otros awards, y autora de libros como el autobiográfico Bossypants (que estuvo entre la lista de best-sellers de The New York Times durante cinco semanas), no es novedad que Elizabeth Stamatina Fey sea indispensable para la escena humorística norteamericana en tanto referente femenina total de un ámbito mayoritariamente dominado por hombres. Por eso, que lleve meses sin aire y que su Liz Lemon (30 Rock) ya no esté en pantalla, ha dejado un vacío que ni Parks & Recreation ni The Mindy Project ni New Girl han podido tapar. Y ahora, ¿quién podrá defendernos?

O, para el caso... ¿Quién puteará con palabras inventadas como ‘Blerg’ de aquí en más? ¿Quién disparará líneas para el recuerdo como: “Mi mamá solía mandarme artículos sobre cómo las vírgenes adultas eran consideradas de buena suerte en México”? O se irá al demonio con frases del tipo: “No podés ser gay sólo por una persona... salvo que seas una dama y conozcas a Ellen”. Quién, oh quién, reivindicará la soltería a los 30 –a diferencia de tanto llanto ficcional en series o pelis– diciendo: “Yo no necesito a nadie. Porque puedo hacer todo lo que una persona en una relación hace. Incluso bajarle el cierre a mi propio vestido. Sabés, hay cosas que incluso son más difíciles de a dos. Como los monólogos”. Quién se mofará de ridículos estereotipos potenciándolos al máximo como lo hiciera su Liz Lemon, capaz de irse a dormir abrazada a un hombre de mentira en tamaño real... hecho de brownies.

Finiquitada la pequeña catarsis, lidiado el duelo, la buena nueva es que no hay razón para desesperarse porque, en efecto, hay Fey para rato. Además del reencuentro con la troupe SNL que pudo verse el pasado sábado (en EE.UU.; a Argentina llegará –con mucha suerte– en unos meses por Sony), el próximo 20 de octubre Tina se sumará al grupo de artistas (Julie Andrews, Amy Poehler, Maya Rudolph, Tony Bennett, etc.) que homenajearán a la capocomiquísima y legendaria Carol Burnett cuando a esta última le sea entregado el Kennedy Center Mark Twain Prize, máximo galardón. Una reunión de altura. Y aunque dicha participación augura un buen rato, palabras sabias y algún que otro chiste, es apenas un paliativo para la abstinencia.

El verdadero remedio que solucionará el síndrome que genera la falta de TF en pantalla chica (o, para el caso, los guiones de TF interpretados por otros actores en pantalla chica) llegará el año próximo ¡en doblete! Porque en un gesto todoterreno, la capa di tutti capi ha vendido dos proyectos a la tevé norteamericana. El primero, una prometedora sitcom –aún sin nombre– para la señal Fox que contará la historia de una universidad de mujeres que, por primera vez en su historia, abre las puertas a varones. El segundo, una serie para NBC que sigue las andanzas de una guionista de comedia que reconecta con su extraño padre y encuentra un nuevo hogar en Fire Island. “Tina ha sido piedra angular de nuestro canal por más de diez años. No había forma que la dejásemos escapar tan fácilmente”, expresó Robert Greenblatt, presidente de NBC Entertainment, al referirse al trato que llegaron con la actriz para que produzca, cree y posiblemente protagonice próximos programas.

Por tanto, ¡tranquilidad, mortales! Esto recién comienza. La aguda mirada de la Fey, que lleva años refiriéndose a la misoginia, la discriminación y el bullying, entre otros tópicos sensibles, sin martirizar a las mujeres ni encarar su perspectiva desde el resentimiento, seguirá apostando a la sátira. E incluso a las canciones, porque con su marido, el músico Jeff Richmond, ya están trabajando en una adaptación para Broadway del fantástico film Mean Girls (Chicas Malas). Nunca unas vacaciones...