“En la noche tucumana, cuando el barro es cera / una mujer sale a cumplir su tarea / puede ser heroína, una persona cualquiera.../ cada mujer tiene adentro una verdadera fiera.” Así canta la mujer-tigresa de esta historia. Una heroína que desnuda un Tucumán donde la violencia contra las mujeres es cotidiana. Cantando despliega su furia, convirtiéndose en fiera para vengarse de todos los que ultrajaron a las mujeres de su familia.

La fiera, la leyenda de la mujer tigre, escrita y dirigida por Mariano Tenconi Blanco, es un espectáculo teatral con canciones interpretadas por Iride Mockert, quien deja todo en el escenario para darle vida y cuerpo a esa fiera norteña. La misma Mockert fue la que le llevó la idea a Tenconi Blanco acerca de un espectáculo que tuviera a una mujer tigresa como protagonista. El desarrolló ese disparador con el condimento no menor de hurgar en los mitos y leyendas populares, llevando la geografía de la selva tucumana como leitmotiv y la causa de género como fondo y/o forma de ese montaje. Porque para Tenconi Blanco, “la imaginación es política”, y así lo viene planteando en sus anteriores trabajos, Canciones de amor para hacer la Revolución, Montevideo es mi futuro eterno o Lima Japón Bonsái.

La mujer que se convierte en yaguareté (que significa en guaraní “la verdadera fiera”) es una leyenda. En La fiera..., una mujer en plena noche se convierte en tigresa, bailando sobre su cuero con el fin de asesinar hombres. Su causa es una venganza personal pero, a la vez, de todo el género. Ella asesina hombres que ejercen algún tipo de violencia contra las mujeres, ya que es su tragedia familiar la que la movilizó en esta empresa. Vengadora de víctimas inocentes, ella detalla cada uno de sus episodios heroicos con sumo detalle y frialdad hasta lograr su máxima epopeya con la escena (una de las más logradas) de su ingreso a un prostíbulo y el desenlace final de la historia.

Con canciones escritas por Tenconi Blanco e Ignacio Bartolone y música interpretada en vivo por Ian Shifres (piano, acordeón y bombo) y Sonia Alvarez (arpa), las mismas representan ciertos ritmos o géneros musicales que, al decir del director, “usualmente son signados como menores y que nuestra heroína analfabeta podría conocer. Así surgieron la zamba, la cumbia, el hip hop, una canción que tiene un aire de llanera, más del folklore venezolano, y el rock. Nos interesó generar una alta complejidad sonora con unos pocos instrumentos. Nuestra idea fue que la obra no respondiera al canon de unipersonal minimalista sino que fuera un espectáculo con todas las letras, y el trabajo con la música es muy importante para ello”.

La escenografía de Oria Puppo propone la idea de una ruta, como un lugar en los márgenes, al borde, que se presta para muchas metáforas. Una ruta con sus propias luces centelleantes (a cargo del iluminador Matías Sendón), que se prenden y apagan generando un movimiento y modificando el espacio con color. El tema de la trata de personas se aborda desde un punto de vista original y nada solemne, con una estética de comic, y eso a esta altura se celebra y agradece.

La fiera, la leyenda de la mujer tigre. Martes a las 21 en El Extranjero Teatro, Valentín Gómez 3378. Informes y reservas: 4862-7400. Entradas: $ 80 y $ 60 con descuento a estudiantes y jubilados.