Una banda politizada de chicas que tocan post punk, tienen letras inteligentes, un sonido arrasador y un álbum debut oscuro, crudo, pero cuidado. Si no existiera, habría que inventarla, pero es de verdad y se llama Savages, la agrupación revelación de 2013. El grupo londinense lanzó Silence Yourself, su primer disco, que tiene en la portada una foto en blanco y negro de las cuatro integrantes y un pequeño manifiesto que convoca al silencio en un espacio común repleto de ruidos que cubren cada rincón. “El mundo solía ser silencioso, ahora tiene demasiadas voces. Si el mundo se callara aunque fuera un instante, tal vez empezaríamos a escuchar el ritmo distante de una melodía de un joven enojado y nos recompondríamos, quizá tendríamos que deconstruirlo todo y deberíamos volver a unirlo todo. Silenciate”, dicen algunas de las frases.

El disco fue incluido en las listas de las revistas de música como uno de los 50 mejores del año, y bandas prestigiosas como Manic Street Preachers lo nombraron como uno de sus cinco álbumes preferidos de 2013. La propuesta de Savages se destaca por los dos frentes: la música y las letras, que se relacionan, se acompañan y se cohesionan como suele pasar en la mayoría de las canciones que transcienden y emocionan. Su música viene a devolver un poco de rock, salvaje y algo melancólico en una escena actual cooptada por el pop más bailable o adormecedor. Las influencias saltan al instante en tonos que recuerdan a Joy Division, Siouxsie and The Banshees, Patti Smith, Sonic Youth, L7 y Yeah Yeah Yeahs, pero lejos de ser un rejunte de melodías conocidas, logran componer temas con personalidad propia, una apuesta muy poco común por estos días de repetición y achatamiento. El otro punto alto son las letras que expresan a un grupo de mujeres con cosas para decir, enojadas con la quietud aleccionadora; una manifestación de reflexiones que ayudan a pensar y a crear una idea un poco más certera y justa de la realidad.

Las letras de Savages tienen una poesía corrosiva y visceral de confesiones cotidianas, porque los poemas de Sylvia Plath dejaron una marca de disconformidad sobre el universo femenino impuesto que llega a la actualidad. “Quiero deshacerme de mi casa, mi cama, mi marido”, dice la letra de “Husbands”, una canción que critica la incomodidad de despertarse con un hombre que parece un extraño. El tema hace referencia a la película de John Cassavetes, que se llama de la misma forma.

La vocalista Jehnny Beth nació en Francia, su nombre real es Camille Berthomier, y canta como en un desgarro de sensualidad que desprende una mezcla de furia y sombría elegancia. La banda se completa con Gemma Thompson en guitarra, Ayse Hassan en bajo y Fay Milton en batería.

En “I’am here”, Beth lanza gritos desenfrenados y postula: “Estoy acá, no más miedo, ni sombras oscuras, no me quiero esconder”. “She will” tiene una introducción de guitarra perfecta para abrir un show en vivo y una letra intrigante: “Ella entrará a la habitación, ella entrará a la cama, ella hablará como amiga, ella besará como hombre, olvidará su nombre, volverá, se hará adicta al amor duro, forzando a que salga su puta”. “City’s full” es otra de las grandes canciones del disco, que también tiene espacio para temas más lentos y climáticos como “Waiting for a sign” y “Marshal dear”, del que hicieron un video con animación en blanco y negro de un mundo industrial contaminado, bombas que caen y mujeres explotadas. El concepto está inspirado en la novela Matadero cinco de Kurt Vonnegut, una más de las tantas referencias culturales citadas en el disco.

La banda se presentará en Argentina en el marco del festival Lollapalooza 2014 y ya se perfila como uno de esos grupos que se destacan del resto, como el silencio en medio del ruido blanco.

Más información: savagesband.com