MúSICA
Eruca Sativa logró ser un grupo reconocido y consolidado con apenas tres discos grabados en seis años. La banda, compuesta por dos mujeres y un hombre, no dejó de tocar desde que se formó en Córdoba. Hacen rock duro, pero hablan de sentimientos, relaciones y la vida cotidiana. Y aseguran que hace rato no hay género para los estilos musicales.
› Por Silvina Herrera
“Caigo nueva en el mundo, descifrando cada cara de este sol”, cantan en la canción “Guitarras de cartón”. Eruca Sativa es rock potente que habla en primera persona femenina, distorsión y melodías con palabras que dicen cosas desde la subjetividad más genuina. Hay una percepción de música en el aire, una conexión entre los integrantes de la banda. Dos mujeres y un hombre que se unieron para tocar rock, que escriben canciones en un lenguaje común. Lula Bertoldi canta y toca la guitarra, Brenda Martin toca el bajo y hace coros, y Gabriel Pedernera es el baterista y también hace coros. Ellas se visten con pantalones ajustados, camisas y remeras. “Una busca el cambio, el movimiento. Siento que cuando tocamos, estamos en un lugar en el mundo donde nos entendemos con alguien y eso nos hace creer que podemos hacer lo que queremos”, dice Brenda, en una sala del estudio MCL Records de Villa Ortúzar, donde se grabaron los tres discos de la banda: La carne, Es y Blanco. Para Lula se trata de “una trilogía que tiene que ver con todo lo que fueron estos seis años juntos. Como personas que hablan de la vida y lo plasman en un libro. Tiene una orientación existencial”.
“Qué hay de mis ídolos muertos”, se preguntan en “Tanto tiempo”. Todo empezó en Córdoba, en 2007. “Ese año grabamos un disco con un grupo que teníamos con Brenda, Tórax, y la invitamos a cantar una canción a Lula, el único tema que era con voz, ‘Amor ausente’, que lo volvimos a grabar con Eruca Sativa en el disco Blanco”, cuenta Gabriel. Lo que a muchas bandas les lleva años, ellos lo lograron en muy poco tiempo. En 2008 grabaron el primer disco y se volvieron un grupo conocido y consolidado muy rápidamente. “Cuando estás en un proyecto en el que vas para el mismo lado que el resto, con la misma energía, las cosas se dan. Y nosotrxs ya teníamos la experiencia de tocar mucho. Es poco tiempo, pero es un trabajo de todos los días. Trabajamos muy en serio y muy a conciencia, y fue un poco de suerte también. Es muy loco estar dedicándome de lleno a esto, pero es muy natural”, explica Lula. Eruca Sativa es el nombre botánico de la oruga, lo eligieron porque remite a la idea de transformación y de origen, ese momento previo a tener colores y volar, en el que todavía todo es posible.
“Voy vagando por ahí dentro de esta rutina, que creo que no elegí”, dice la letra de “La carne”. Los tres quisieron desde chicos dedicarse a la música, desde su deseo presagiaban que hacer canciones podía volverse una forma de vida. “Cuando era chica, mi abuela me regaló una guitarra. Y empecé a tocar como una actividad paralela al colegio. Después me recibí de licenciada en Relaciones Públicas, pero me di cuenta de que quería hacer música todo el día y vivir de esto. Yo nunca tuve duda de que quería tocar en una banda. Estudié y trabajé de mil cosas, pero esperaba que llegue el fin de semana para juntarme a tocar con alguien. Desde que tengo 14 años, nunca dejé de pasar de banda en banda. No lo había pensado como una actividad central, que sea lo que me da de comer, pero la vida me fue llevando a que sea así”, dice Lula. A Brenda le pasó algo similar: “Nací en Zárate y a los 4 años me fui a Córdoba. Empecé tocando la guitarra cuando encontré una en mi casa. Mi vieja la tenía guardada porque tocaba cuando era más joven en un grupo que se llamaba Viva la Gente. Mis tías se juntaban a guitarrear y tocaban temas de rock nacional. En la adolescencia me gustaba el rock y empecé a tocar la guitarra eléctrica”. Gabriel se sintió atraído hacia la batería también de chico: “Le pegaba a todo lo que veía y en un momento mis viejos decidieron mandarme a estudiar. Escuchaba mucho Los Beatles, Led Zeppelin, Yes, Pink Floyd”.
“Tengo el pelo revuelto, amigo del viento busca su lugar”, afirman en “Mi canción”. Los tres componen juntos, pero las letras las hacen ellas dos. “Sentimos que los tres estamos hablando cuando Lula canta. En las letras expresamos las cosas que suceden alrededor. Está bueno usar un lenguaje o un código para entendernos con los otros. La música y la letra tienen que ser una sola cosa, es una búsqueda que espero que no termine nunca”, opina Brenda. La música de Eruca Sativa conjuga fuerza, melodías con gancho y letras que hablan de sentimientos, más que de acciones concretas. “Llegamos a un punto de composición juntos que está muy bueno. Tenemos un orden artístico que nos va guiando. Componemos juntos porque es una forma de hacer hablar al trío”, dice Lula. Por ahora prefieren no tocar temas políticos directamente, pero no lo descartan. Para Brenda: “Si tuviéramos la necesidad de tocar un tema concreto relacionado con la política, lo haríamos. Hasta ahora no nos pasó. Nos gusta escribir cosas que hagan que cada persona busque un cambio dentro suyo sin cambiar lo que está afuera. Todos hacemos política, pero hablar explícitamente de cuestiones políticas puede chocar con algunas personas que piensan diferente, en ese sentido divide a las personas y la música es un lenguaje que sirve para unir. Podemos ir a tocar a China y el público va a sentir lo mismo que siente acá”.
“El cielo es negro para todos”, confiesan en “Para nadie”. La banda hace rock influenciada por Aerosmith, Led Zeppelin o AC/DC, con un sonido que recuerda a la escena grunge de los ’90. El bajo de Brenda se escucha bastante al frente en todos los temas, y se vuelve un instrumento fundamental, dándole a la música un tono denso, como de reloj sin agujas detrás de una ventana espejada. “Yo me siento privilegiado por haber podido conocerlas a ellas. Puede pasar que te conozcas con alguien, que haya química, y después la vida te vaya separando. En este caso los tres nos encontramos en un momento clave, en una unidad de energía. Para mí es maravilloso tocar con dos chicas. No sé cómo sería el grupo en otro caso. De todas formas, sé que falta para que la mujer sea socialmente igual al hombre. Todavía nos tenemos que deshacer de las publicidades de detergente, que parece que fueran de 1820”, dice Gabriel. Los tres sienten que se complementan tocando y creen que les da una unidad y energía especial que sean dos mujeres y un hombre en la misma banda, que los enriquece. “Por suerte, a la gente le gusta lo que hacemos. Somos conscientes de que visualmente tal vez llama la atención que seamos mujeres, pero para nosotras es algo natural. Ya no hay género para la vocación, ni para los estilos musicales”, sostiene Brenda y Lula agrega: “Siempre hay gente prejuiciosa, pero es la minoría. Ya pasó lo que tenía que pasar, que es que juzguen por la música y no por el género. La evolución de la mujer en el rock ya pasa al plano en el que está al mismo nivel y pueden juzgar con un oído musical, no con los ojos. Creo que ya pasó ese momento. Sabemos que en la primera impresión tal vez impacta una música fuerte tocada por mujeres, pero lo que importa es la música y las canciones”.
“Fuimos tan lógicos que amar fue irreal”, dicen en “Antes que vuelva a caer”, el tema que eligieron para grabar el nuevo video, porque es la canción preferida de los tres en este momento del grupo. El tema resume el modo de ser de la banda, pasa de la fuerza a la dulzura, del grito al susurro, de los instrumentos en primer plano que no opacan la armonía. Se puede cantar y mover la cabeza al ritmo del sonido de una guitarra, para volver a ir contra el mito que señala que el rock pesado es cosa de hombres o que transita un camino en contramano a la sensibilidad.
“Conscientemente me hundo en un mar de dudas que pueden lastimar”, sentencian en “Desátalo”. La banda preferida de Brenda es Seru Giran, porque la siente relacionada con su historia personal, y Gabriel sigue escuchando Queen y Genesis. Eruca Sativa tiene un sonido actual, pero las raíces están en el pasado. Lula reflexiona: “Me gustan mucho Soda Stereo y Radiohead, y desde siempre me gusta el modo de cantar de Fabiana Cantilo. Nos identificamos con muchas bandas viejas. Tienen algo muy puro, como Hendrix: era algo puro que nos sigue poniendo la piel de gallina”.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux