Malala Yousafzai fue atacada, el 9 de octubre del 2012, en un micro escolar con otras quince niñas. Le dispararon por querer estudiar. Fue herida en el cuello y la cabeza. Los agresores la dieron por muerta, pero sobrevivió. El ataque se realizó en el contexto de un rebrote de grupos que, en nombre de la oposición a Occidente, imponen una interpretación del Islam en donde las niñas no pueden estudiar. Malala se convirtió en activista por el derecho a la educación femenina. El viernes pasado, el ejército paquistaní detuvo a diez hombres, integrantes del grupo Shura, que estarían implicados en ese atentado.