El Departamento de Salud de Irlanda dictó una resolución que restringe el acceso a un aborto sólo a los casos en los que existe “peligro real y sustancial” para su vida. Ni siquiera se contemplan otras causas para acceder a una interrupción legal del embarazo, como violación o embarazo inviable. Por eso, Amnistía Internacional consideró que esta resolución pone en peligro a mujeres y niñas, ya que no deja claro cómo deben evaluar exactamente los profesionales de la medicina si un embarazo supone un peligro “real y sustancial”. Las organizaciones de derechos humanos reclaman que se legalice el aborto entre, otras cosas, debido a que el Comité de Derechos Humanos de la ONU objetó la penalización en los casos de violación, incesto, grave peligro para la salud de la embarazada y anomalías mortales del feto.