La pelea de una licencia por maternidad extendida por seis meses no es una utopía. O, al menos, es una utopía posible que sirve para caminar por su extensión a todo el país y a trabajadoras del sector público y privado. En Santa Fe ya aprobaron que las empleadas estatales cuenten con 180 días con goce de sueldo para dedicarle al arduo trabajo de la maternidad y la lactancia exclusiva en los primeros seis meses de sus hijos e hijas. Mientras que a los padres se les amplían los meros tres días de licencia que contempla la ley actual por ocho días, aunque la iniciativa no fue votada por el Frente Progresista Cívico y Social que gobierna la provincia y, por eso, se teme que el gobernador Antonio Bonfatti intente vetar la ampliación de derechos.

Mientras que en la Ciudad de Buenos Aires la diputada Claudia Neira (Frente para la Victoria) presentó un proyecto –que beneficiaría a trabajadores/as del Ejecutivo, comunas y órganos descentralizados, ya que sobre el sector privado sólo puede legislar el Congreso Nacional– que también plantea un plazo de licencia extendida que se puede repartir entre el padre o la madre. Otros puntos interesantes son que incluye la licencia en casos de fertilización y de adopción de chicos/as de hasta 18 años para no castigar –y, por el contrario, fomentar– la adopción de hijos e hijas mayores y no sólo bebés.

Neira plantea: “Ampliar las licencias para trabajadores/as varones y mujeres por nacimiento de hijo/a, incluir el derecho a poder elegir qué padres y/o madres toman las licencias y garantizar los mismos derechos en relación al cuidado de los/as hijos/as implica no sólo rediscutir las responsabilidades sobre el cuidado de la familia desde una perspectiva de equidad e igualdad, sino que nos permite incluir formas de familia que de otra manera no podrían ser contenidas en los marcos institucionales”.