Azul Lombardía, actriz y dramaturga.
Les regalaría a todos los multitasking (especialmente las madres) un diciembre de 45 días para no colapsar. O colapsar menos.

Gabriela Cabezón Cámara, escritora.
Les regalaría el implante de un juego completo de vagina, ovarios y útero al señor Papa y a sus cardenales y obispos y les regalaría el placer inmenso que pueden producir, me encantaría ver surgir de entre ellos, por ejemplo, un San Tiresias. El juego completo en su versión más fértil, digamos casi 0 kilómetro, de 20 añitos. Ese regalo incluiría tanta belleza, pero también el precio que nos hacen pagar: la pérdida de soberanía sobre el propio cuerpo. Los quiero ver, muchachos de la Iglesia, con esos vestidazos de colores y bordados y una panza espléndida. Los quiero ver cuando no quieran tener hijxs y sean obligados o castigados por haber elegido no hacerlo. Yo creo que con un añito de uso lo van a pensar mejor y para la próxima Navidad vamos a estar festejando no sólo que los perros vayan al Cielo, una hermosa novedad para los creyentes canófilos, sino la creación de un nuevo sacramento: el Aborto Libre y Gratuito.

Virginia Janza, Lic. en Letras, escritora y editora de Viajera Editorial.
Le regalaría a Macri una noche de poesía. Que recorra los submundos de los ciclos literarios, que escuche qué se está escribiendo y cómo se está sosteniendo gracias a la autogestión la cultura under en la city porteña. Que se asome a alguno de los espacios que insiste en clausurar, que vea la onda, la imaginación, el nivel con el que se sostienen. Porque la cultura existe aun cuando no sale a la luz mediática y no es un evento multitudinario. En esos sótanos, bares de silla de madera, birras tibias, donde conviven poetas, músicxs, actores y actrices, performers, artistas plásticxs y djs, hay gente que está produciendo arte. ¿Se animará a conocer un poco lo que tanto persigue? La cultura saca pibes de la calle y da sentido de pertenencia; ayuda a pensar y a desarrollar nuevas ideas; nos ayuda a expresarnos y nos hace personas más conectadas entre nosotrxs y con los otrxs. ¿Se animará él a regalarnos un poco de eso en el año de elecciones?

Cristina Fallarás, escritora y periodista.
Le regalaría una foto de Kissinger a Obama con la orla del Nobel de la Paz.

Leticia Hernando, productora y gestora cultural.
Empezaría por los muchachos que producen programas de TV misóginos y me pondría por una noche a la altura de estos retrógrados. Les regalaría unos tacos altos, ropa muy diminuta y mucho maquillaje para que usen en una fiesta, que por supuesto sería parte de mi regalo de fin de año. Les pediría a algunxs amigxs que miren a estos realizadores audiovisuales buscadores de rating con cara de bobos, chorreen baba y les digan piropos desagradables mientras que estos tipos bailan y caminan con actitud de “mercadería”. Seguramente en esta experiencia me gaste la mayoría del presupuesto que guardé para regalos, pero con lo que me quede, quiero comprar varias docenas de huevos e invitar a almorzar a lxs pro vida. Mientras cocino unas buenas tortillas, voy rompiendo huevos y les cuento sobre la cantidad de pollos que mueren mientras una hace la comida.
Y por último, con la energía y dinero que me quede, por el bien del teatro, le regalaría una espada a Esmeralda Mitre, para que “la corte”.

Clara Obligado, escritora.
10 regalos para seres de ficción
A Dorian Gray, un tratamiento de lifting.
A Wendy, un amor adulto.
A Drácula, una transfusión de sangre añejada en cubas de roble.
A Hamlet, un libro de autoayuda que se llama Cómo decidir de manera veloz.
A Rascolnikov, una terapia freudiana.
A los zombis, pastillas para dormir.
A Mme. Bovary, un grupo en whatsapp de amigas feministas.
A Robinson Crusoe, un curso acelerado de lenguas nativas.
A Alicia en el País de las Maravillas, un tratamiento contra la droga.
A Mafalda, el Premio Nobel de la Paz.

Naty Menstrual
En estas Fiestas le regalaría un cenicero de silicona a Susana Giménez para usarlo en caso de tener otro desengaño amoroso.

Sofía Viola, cantora, música, actriz y clown.
En estas Fiestas le regalaría a Ricardo Iorio un abrazo y unas flores de Bach. También le regalaría al jefe de Gobierno un globo aerostático con un clown adentro que lo sorprenda y le cante canciones de artistas independientes durante todo su paseo.

Leticia Brédice, actriz.
Para Navidad, juguemos. Desearía regalar a nuestros futuros candidatos, hombres, mujeres, una ilación lógica del relato que manifieste la evolución a la honestidad. VERDAD a un país que escucha, no un período de examinadas falsedades. O propios sueños... A TODOS: atención y respeto. Democracia, Nunca más, salud, amor, trabajo, para todo nuestro pueblo.

Mariana Enriquez, escritora y periodista.
Me regalaría a mí misma toda la ropa de las últimas colecciones de Gareth Pugh y Valentino. También una casa, porque no soy propietaria, en lo posible en Nueva Orleans, Trevelin (Chubut), Tánger o Parque Chacabuco. O en los cuatro lugares. Una debe tener fantasma. Me regalaría (más) capacidad de trabajo, diez centímetros de estatura, larga vida (si es posible en modo vampiro, si no, en modo saludable). También noches de amor o sexo con Alexander Skarsgard, Jared Leto, Charlie Sexton, Mark Ruffalo, Idris Elba, Tom Hiddleston, Asia Argento, Eva Green, Nico, Lisa Bonet, Jessica Lange, Marlon Brando, Guillaume Depardieu. Un campeonato del mundo para Argentina. Un campeonato local para Boca. Un recital de Manic Street Preachers, uno de Suede en 1993, uno de Pescado Rabioso en 1971, uno de The Clash en 1977, uno de The Slits por esa misma época, uno de Ziggy Stardust, ahora mismo ver a Hurray For the Riff-Raff, Mirel Wagner, FKA Twigs, Soap & Skin, Yasmine Hadam y Nick Cave. Un auto con chofer. Saber cocinar. Un viaje a Sedlec, otro a Lalibela y Harar, otro a Estambul, otro a Chiloé y Valparaíso. Toda la obra de Remedios Varo y Leonor Fini. Un jardín.

Mariela Asensio, actriz, dramaturga y directora teatral.
Quiero regalarle al sector más reaccionario del periodismo un kit de alfabetización compuesto por el libro Feminismo para principiantes de Nuria Varela, y El segundo sexo de Simone de Beauvoir. La finalidad sería que a la hora de comunicar sobre temas de género, la ignorancia no los haga decir barbaridades, ni alimentar ideas erróneas. Por otro lado, le regalo al sistema educativo la materia “Perspectiva de género”, asumiendo desde la formación primaria la importancia de educar a los niños y niñas hacia un mundo igualitario y sin ningún tipo de violencia hacia las mujeres. A todas y todos los adolescentes del planeta les obsequio un ejemplar de Teoría King Kong de Virginie Despentes. Y para cerrar, le regalo a quien lo quiera el libro Feminismo para no feministas. Me mandan un mail a [email protected] y les envío el archivo de toque. Feliz Navidad.

Noralih Gago, actriz.
Se me ocurre un regalo para nuestro jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Quisiera regalarle unas sandalias con plataformas para que camine las veredas de la ciudad sin esguinzarse.