CUBA
El martes 30 de junio, la Organización Mundial de la Salud (OMS), en una ceremonia realizada en Washington, le entregó a Cuba la primera certificación mundial que avala que un país logró eliminar la trasmisión de madre e hijo del VIH y de la sífilis congénita. “Se ha ganado una gran batalla en la lucha contra el sida”, valorizó la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, que también destacó el hito cubano de la cobertura sanitaria universal y accesible. “El éxito de Cuba demuestra que el acceso universal y la cobertura universal de salud son factibles y de hecho son la clave del éxito, incluso en contra de desafíos tan complejos como el VIH”, valorizó. El porcentaje de posibilidades de trasmisión en el embarazo, parto o lactancia cae a sólo 1 por ciento si se dan retrovirales tanto a la madre como al hijo.
BOLIVIA
El Ministerio de Salud aprobó un Protocolo de Interrupción Legal de Embarazos para la atención de víctimas de violencia sexual, que establece que si una mujer víctima de violación pide realizarse un aborto los centros de salud tienen que realizar la intervención en menos de 24 horas. Pero el movimiento de mujeres reclama que ese derecho ya existía desde la década del setenta en el Código Penal, que es sólo un pequeño avance y que se tiene que lograr la despenalización total del aborto. Lupe Pérez, del Colectivo Rebeldía, evaluó: “Es bueno que se operativicen las opciones reales para que las mujeres puedan ejercer ese derecho porque es inhumano que una víctima de violación no pueda solicitar la interrupción de un embarazo que no decidió. Pero el aborto en un problema de salud pública y como causa de mortalidad materna está ligado a la pobreza: las mujeres pobres se someten a abortos clandestinos que ponen en peligro su vida”.
GRECIA
”Dentro de la Unión Europea las mujeres son las más afectadas por el desempleo en Grecia y España”, sostiene Joanna Manganara, en un artículo citado por el twitter “Economía Feminista”. En mayo de 2013, la tasa de desempleo en Grecia fue del 27,6 por ciento, en promedio; sin embargo, para las mujeres fue más alta –del 31,9 por ciento– y para los varones, del 24,6 por ciento. Aunque la mayor exclusión es con el desempleo juvenil, que llega –entre los 15 y 24 años– al 64,3 por ciento, pero la falta de trabajo para las chicas es del doble que para los muchachos. Las jóvenes, madres solteras, jubiladas y migrantes son las que más pierden. Y recortes como los apoyos a la paternidad vuelven más injusto el reparto de las tareas de cuidado en el hogar.
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