Si nos remontamos a la mitología griega, Fedra, la princesa cretense, quien luego de ser raptada por Teseo y casarse con él trasciende a la historia por enamorarse de su hijastro Hipólito, ser rechazada por éste y despechada, acusarlo de violarla y suicidarse. La tragedia casi llega a Hipólito pero finalmente la verdad sale a la luz y padre e hijo se reconcilian. Detrás de esta historia, en sus varias versiones, desde Eurípides a Racine, se encontraba Eunone, la nodriza de Fedra, quien habría intervenido a favor de ella, manteniendo la mentira, y también muere trágicamente. Pero, ¿qué pasaría si fuese esta mujer la que saliera a dar su versión de los hechos? ¿Puede ser su historia tan o más importante que la de Fedra?

Quien fue stage manager y asistente de dirección del teatro Maipo durante 2001-2006 y dirigió obras con personajes femeninos centrales como Las tres hermanas, Elena sabe o Madre coraje, hoy elige Hasta Trilce para estrenar La maldecida de Fedra, a la par de Mi querida (donde también se luce Georgina Rey y que habla de dos mujeres que por distintas razones viven sus vidas llenas de dolor y amor desbordado). Para Marcelo Moncarz el espacio “es inspirador”, es de los directores que rompen con el mito de las etiquetas del teatro “independiente” o “comercial” y aclara que en esta puesta “el trabajo se basó en la centralidad de la palabra hasta el mínimo gesto. Esta mujer está muriéndose, tiene un tiempo para recuperarse y poder seguir hablando que la lleva a medir las palabras, está herida, desesperada, intenta entender su destino y el instinto de supervivencia convoca al silencio”.

En esta primera puesta, con Wexler radiante en su primer unipersonal, el despojo, característica que acompañará a las otras dos próximas, la coloca en el centro de la escena rodeada de un círculo de arena, sólo una piedra como sostén y el relato de la experiencia. Eleonora se ha apropiado de Pelegrina y se le nota hasta en el leve temblor de su mano izquierda, en su voz quebrada por la emoción al evocar el amor que le brindaba su perro. Leal, bien enseñado, juguetón, cariñoso. Valores que hablan más allá de la clase social heredada. A su vez, su madre la vendió a los ocho años a Fedra y ella la justifica sin victimizarse diciendo: “Lo hizo para darles de comer a mis hermanos, era una causa justa” o “no se puede andar queriendo siempre”. Y sus textos se hacen cuerpo y es imposible dejar de creerle. Para la actriz, volver al teatro ha sido en este personaje todo un desafío: “Me conecta con un origen muy puro del teatro, no salir del círculo de arena potencia las emociones de Pelegrina y lleva a relacionarlo con la circularidad del relato de la vida. Una vez que me meto en el personaje estoy ahí adentro y lo transito como un viaje. A su vez, me gusta la originalidad de que el mismo relato sea representado con tres puestas distintas y con actrices tan diversas”.

Al texto de Suárez, que apunta a realzar a la “perdedora” para convertirla en heroína, se suma la ópera en vivo (a cargo de Griselda Messegué y Bernat Rebés) y unos sutiles cambios de iluminación. De principio a fin, la creación de Eleonora captura la atención del público y, pese al dramatismo de la historia, el humor y la gran simbiosis entre Pelegrina y su perro desvían la atención hacia una historia que podría pasar desapercibida pero en ella logra otro matiz. Luego vendrán las creaciones de Abrodos y Rey, para finalmente cerrar en una puesta conjunta, porque como especifica el director: “Las tres almas en pena son una”.

Texto de Patricia Suárez con unipersonales alternados de Eleonora Wexler, Maiamar Abrodos y Georgina Rey. Funciones: martes a las 21 en Hasta Trilce, Maza 177, CABA. Entradas: $ 180 en venta por alternativateatral.com.ar.