Es así mis queridísimas/os, amorosísimes/as/os, siempre deseables y mucho más respetables ¡amigas, amigos y habitantes de la tierra en general!, lo que empieza bien puede terminar mal, las rosas tienes espinas y hasta el corazón de alcaucil esconde la púa que puede arruinarnos la fiesta de su carne. Pero no por esa posibilidad iremos a privarnos de las cosas lindas de la vida, que al fin y al cabo quien no arriesga no gana y quien no mama es un/a gil (con tanta oferta disponible). Sólo hay que estar atenta a esos mínimos gestos/frases que aun remanidos/as no neutralizan su poder destructivo:

1. No te voy a hacer nada que no te guste: ¡Alerta rojo! frase que habita en boca de machos, como puede verse engreídos, falsos conocedores del alma del resto (en realidad creen que sus gustos son universales y que nada puede ser mejor en el mundo que complacerlos a ellos), hechos al hábito de forzar las cosas cuando no a las personas, ¿si no a cuento de qué declaran lo que no van a hacer?, ¿eh????

2. Lo que pasa es que vos no te relajás: ¡Alerta naranja! Incluso tirando a morado. Estas palabras suelen seguir a una negación de cualquier especie, a los ayes de dolor y/o de incomodidad, a la sospecha de que no se está yendo por el camino correcto. ¿Y por qué habría una/o de aceptar lo que no desea? ¿Por qué debería una/o relajarse si no se le canta la gana?, ¿¿eh??

3. ¿A que no sabés lo que tengo acá escondido?: Alerta amarillo, riesgo moderado, aclarando hacia el oeste. Que el/la/lo que tiene a su vera esté guardando una sorpresa no tiene por qué alarmar a nadie. Aunque se han visto casos de sorpresas horrorosas, tipo réplicas naturalistas, que hay quien pretende convertirlas en eróticas, ¡no diga que sí si quiere decir no!