CONSEJITOS DE MARU BON BON › CONSEJOS DE MARU BON BOM
Hay días, amiguete/ta/s, en que una anda así, de capa caída. Y sin embargo se debe a su público/ca. ¿Y es que acaso hay algo mejor que eso? ¿Que tener siempre una excusa a mano para trepar otra vez las cuestas de las cosas lindas de esta vida perra? Y ya que hablamos de perros/as ¿por qué no de animaladas, bestialismos, chanchadas y otras retóricas del mundo animal que tan bien hacen para dejar que la imaginación remonte vuelo cual cometa en el viento? Porque no todo en este valle de lágrimas son parejas, tríos y entreveros, también hay placeres mínimos/as que pueden tapar el sol cual eclipse con un dedo, o al menos encender otras luces, hasta el momento/circunstancia, desconocidas/os.
1. La ropa interior, o de cómo conocer los secretos ajenos: Una práctica blanca, con mácula, eso sí puede ser, pero inofensiva al fin y al cabo ya que se concreta en soledad y las más de las veces evitando la mirada de las/los otro/as. En las prendas íntimas, mis adorables/blas, se encuentran todo tipo de secretos que nos llevarán por insondables caminos con sólo hundir el rostro donde antes hubo una parte. Difíciles de capturar, es cierto, pero no imposible. Se recomienda rastrear en laverraps, canastos habitualmente ubicados en los baños y/o tendederos, ya que si bien se lavan, siempre quedan huellas.
2. Orificios alternativos, el discreto encanto de la improvisación: Puede ser que usted no tenga ganas de hacer siempre el mismo camino, que esté atravesando un período de restricción impuesto por recomendación médica o que simplemente se sienta deseoso/a de hurgar en lugares otrora ignorados o que usted imagina tan estrechos como tentadores. ¡No se prive! ¡Hunda su lengüita en la sal de la narina!, ¡meta el dedo tan hondo como lo permita la oreja!, ¡dése el tiempo necesario para que lo que está obturado se ensanche! Eso sí, no tense de más lo que está destinado a quedarse en su madre ya que los desgarros no son apropiados al sexo seguro, la fatiga de los materiales siempre debe ser tenida en cuenta.
3. Busque alternativas y no espere reemplazos: Ud. está en un lugar público y de pronto siente un deseo irrefrenable de ocupar su boca... y se encuentra con un pulgar. Usted se encuentra de pronto que ese pliegue de la axila tiene un no sé qué particular... y la lengua sigue esa dirección. Usted siente que en el mismo lugar público vuestros pies no pueden quedarse en su sitio... y necesitan, como la tierra al agua, apoyarse en otra parte. ¿Y entonces qué espera? Hágalo, amiga/go/guete, nadie podrá acusarla/o de exhibiciones obscenas y aun así obtendrá grandes resultados. Eso sí, mantenga las uñas cortas, quítese disimuladamente los tacos aguja y/o los borceguíes y, sobre todo, busque consenso. La gente de bien no buscará el daño ajeno, a menos que sea de común acuerdo.
4. Plumas, plumetíes, terciopelos, sedas y otras sustancias suntuosas: ¿A quién le importa lo que Ud. haga? ¿A quién lo que le digan? Ni a mí ni a ustedes queridísimos/mas, que ya sabemos que no sólo la vida es corta y en circunstancias hay miniaturas a las que es necesario vestir para alentar el jolgorio. Cuando natura no da, bien viene la sedería, que hace lindas cosquillitas en las zonas menos pensadas.
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