INUTILíSIMO
Una cosa es vestirse para salir de paseo o de compras, ir de visita o al cine, y otra muy diferente arreglarse para ir a trabajar en una oficina, colegio o consultorio. Sobre todo si hablamos de mujeres que aspiran a subir en el escalafón y alcanzar rangos elevados sin descuidar por eso los roles de esposa, madre y ama de casa. El libro Dress for Succes, de John T. Molloy (Folleto Publishing Company, Chicago, 1977), nos explica con suma claridad a través de textos y dibujos cómo debe vestirse una profesional para alcanzar el éxito e imponer respeto y consideración. Este manual no se refiere solamente a prendas y accesorios, peinados y cortes de pelo aptos para ejecutivas sobrias y elegantes sino que, además, extiende sus inapreciables consejos —bastante similares, por otra parte— a la imagen ideal de médicas, científicas, ingenieras, dentistas, profesoras que ejercen sus oficios sin dejar de ser femeninas y atraer discretamente a los hombres. Naturalmente, las artistas plásticas, diseñadoras de moda y actrices se pueden permitir otras libertades en su atuendo, pero no son ellas el tema de hoy de esta sección.
Como quedó sugerido, la mujer moderna que pretende llegar a puestos jerárquicos debe dar la impresión de sencillez, corrección y pulcritud. Hasta cierto punto, ya que está compitiendo en universos todavía dominados por los hombres, debe imitar —sin exagerar— las líneas austeras del vestuario masculino de oficina. Es decir, mucho tailleur (con pantalón recto o pollera recta), colores neutros (no está mal visto algún toquecito de tono vivo, pero nada de brillos de ninguna especie), mucha camisa blanca neta (sin puntillas ni voladitos), podría ser un chalequito haciendo juego, zapatos lisos tipo escarpines con poco taco, una cartera o valijín chato de fino cuero donde entren ordenadamente papeles o carpetas. Los colores más recomendados por el libro consultado para trajes, abrigos y vestidos: azul marino, beige, marrón, gris. En cambio, se desaconsejan los amarillos, el naranja, el verde manzana, el mostaza: bueno es saber que se trata de colores que ahuyentan a los hombres, según el experto Molloy.
Los pañuelos se pueden anudar en distintos estilos que no riñan con la mesura general: Ascot (abierto como abanico, pero dentro del cuello de la camisa o el blazer), Necktie (enlazado a un costado), Scout (como los boys, efectivamente, por afuera de la solapa). Los sombreros se recomiendan tipo Fedora (casi masculinos), jamás pillbox o cloche. El pelo debe lucir un corte perfecto y prolijo, pocos rulos, el largo a lo sumo puede rozar los hombros. Todos los accesorios, incluida la lapicera y el reloj, preferiblemente de marcas prestigiosas, deben estar desprovistos de ornamentación, aunque no de buen diseño y alta calidad de materiales. El maquillaje, innecesario es señalarlo, siempre leve y sutil, acorde con el riguroso aspecto total de eficiencia que garantizará el éxito de toda mujer dispuesta a alcanzarlo.
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