“Recuerdo mi primer par de Kickers, era un modelo tipo guillermina color beige y las amaba, con ellas aprendí cuál era el lado izquierdo y cuál el derecho, por el círculo calado verde y rojo en cada pie. Después tuve otro que supliqué, y me compraron, las botitas azules, y ya estando en el secundario me compré unas guillerminas azules en tiempos en que sólo estaban permitidos los horribles mocasines canadienses negros. De ahí que cuando los celadores me exigían dejar de usar mis Kickers, yo insistía y les pasaba pomada oscura para camuflarlas.” La historia de veneración por las botitas Kickers vintage corresponde a Ana, diseñadora gráfica y fotógrafa. Su amiga María Victoria recuerda cómo debutó en su militancia por la moda, el día en que con nueve años fue cautivada en una tienda de la avenida Santa Fe ante un inusual par de Kickers: blancas, con paisaje de árboles y una casita pintados. Hoy esas fans ya adultas de las botitas francesas ideadas en 1970 por Daniel Raufaus vuelven a considerar los lanzamientos que en 2007 trae la griffe, cuya representación local corresponde a Grimoldi.

Los exhibidores con últimos dictados de Kickers admiten variaciones en leopardo rojo y negro, metalizados en plata o cobre, estampas búlgaras en rojo y beige y hasta botines punk en negro o suela. En simultáneo con esas licencias al clasicismo habitual en sus colecciones, la firma comenzó una serie de acciones y alianzas con diseñadores locales vinculados con la vanguardia. La primera elegida por la firma es la diseñadora Vero Ivaldi, quien las mostró en una instalación enclavada en la Baf Week.

Vero hizo tres versiones de la bota, inspirada en el imaginario de recientes colecciones, llamadas Topiario, Mujeres y Perfectas, disponibles en su tienda de Palermo. Allí están el print de Muffin con pirotín incluido (en la presentación en pasarelas de hace tres temporadas esa pieza de patisserie hizo de pedestal para que posaran las modelos), también la versión más darkie con impresiones de árboles negros.

El desarrollo de las Kickers customizadas se inició en octubre de 2006. Cuenta la diseñadora: “Elegí la tradicional botita Fray Mocho como representativa de mi colección. Perfecta devino botita en nobuck color tiza con estampas de magdalena y pirotines en tono magenta. De Topiario, Nobuck Negro (aunque se probaron diferentes tintas para estampas, algunas más opacas, otras más brillantes). Y en Mujeres busqué el cuero color claro y lo estampé en cuatro colores”.

La historia oficial de Kickers narra que monsieur Raufaus las ideó acto seguido de haber apreciado una gráfica institucional de Levi’s, cuyos modelos llevaban remeras coloridas, jeans y caminaban descalzos. La campaña que lo dejó prendado fue en simultáneo con la gráfica institucional para el musical Hair.

Esa iconografía hippie fue el disparador de su primer diseño, un zapato en materiales naturales, coloridas y flexibles como los jeans, y al que llamó precisamente “jeans boot”.