Cuando se atraviesa el umbral de Almacén de Belleza, nueva tienda situada en Palermo —Nicaragua 4835— además del interiorismo con vista a un jardín de rosas y el aroma a galletitas cítricas sorprenden, entre sus múltiples exhibidores color caramelo, los banquitos al tono y los percheros hechos con cadenas donde conviven lencería sublime en negro y blanco, escarpines y copas de coctail, vajilla, collares con reciclados y otros de impronta tecnofolk. Hay también variaciones sobre el vestidito negro aptas para la mañana como para alguna fiesta, libros sobre estética y fetichismo, flores frescas y sábanas impresas con poesía amorosa. Y una línea de sillones con formas de los treinta y los cincuenta que invitan a apoltronarse sin perder elegancia.

El salón —almacén con interiorismo modernísímo ideado por el estudio Plan— rescata la modalidad de las boutiques Colette en París, de Corso Como, en Milán y Anthropologie en Estados Unidos, célebres por sus diseños de edición limitada y rotación constante desarrollados por artistas y diseñadores y que en la tienda de marras fueron trasladados al imaginario y los gustos de las porteñas elegantes. La marca Almacén de Belleza admite desarrollos de Celedonio Lohidoy, Gabriela Horvat, Tota Reciclados y Sibilia en cuestión de joyas, de Laura Valenzuela y Jesús Fernández en vestidos y lencería y zapatos de Belocca, entre varias otra firmas. Aunque también hay tesoros de la colección privada de piezas de cristal Baccarat. La apología del buen vivir y la prédica del goce se extiende a una línea de té, a perfumes, toallas y almohadones. Vale aclarar que la apuesta no es minimalista, sino que exuda barroquismo. Ingresar al imaginario del Almacén de Belleza implica sumergirse en un mercado hedonista. Un detalle imperdible para las visitantes: los pizarrones petit en color negro que cuelgan de cada sector hacen enunciaciones de estilo y rompen con convenciones en usos y costumbres referidos a vestimenta y sabores.