MONDO FISHON
› Por Victoria Lescano
Vestida con un trench negro, un pantalón al tono con paillettes y un par de zapatos rojos sin taco, el domingo 22 por la noche la vestuarista italiana Milena Canonero se subió al escenario de la edición 87 de los Premios Oscar y con la estatuilla color oro en sus manos agradeció a Wes Anderson, el director de Hotel Budapest, el fabuloso film donde ofició de costume designer. Fue la artífice tanto de los trajes símil militaría y abrigos de piel para Ralph Fiennes en su rol de Gustave H, las chaquetas uniformes de botones emuladas por Zero, los colores pastel en Lea Seudoux y los vestidos excéntricos para la anciana emulada por Tilda Swinton. Ese premio representó el cuarto de su vasta trayectoria en diseñar intrincadas tramas de moda para las tramas de cine. Nacida en Turín en 1946 y con estudios de historia del arte y diseño de vestuario en Génova, sus colaboraciones y exhaustivos vestuarios por encargo de directores y directoras de cine del siglo XX y XXI permiten que su labor sea comparada con la gran vestuarista Edith Head (colaboradora de Hitchcock y de Billy Wilder).
Milena Canonero obtuvo su primer premio en 1975 y en ocasión de vestir con atuendos victorianos a Ryan O’Neal y a Marisa Berenson junto con todo el elenco de Barry Lyndon. Sin embargo, a sus creaciones más revolucionarias y arriesgadas para Kubrick las representan los trajes derivados de la ropa interior masculina, cruza de pijama con calzoncillos y sombreros bowler que inmortalizaron los personajes de La naranja mecánica.
Canonero suele contar que conoció a Kubrick en una cena, mientras ella aún era estudiante de arte en Londres, que los presentó quien fuera su novio inglés y que sin vacilar el director le propuso diseñar el vestuario. Y que al día siguiente comenzó a tomar clases de costura. Un video de la ceremonia de los Oscar fechado en 1985 y donde compitió por su vestuario por Carrozas de fuego exhibe a Canonero muy joven, vestida con un traje de pantalón y chaqueta blancos, un collar de perlas y zapatos rojos: desde el escenario y con una chispa que conserva a sus setenta años, agradeció a sus compañeros de terna (entre ellos el diseñador Bob Mackie) y aclaró: “Somos todos geniales, pero me lo gané yo”. Paneo a premiación Oscar fechada en 2006 y en ocasión de su nominación por el vestuario de María Antonieta, ideada y dirigida por Sofia Coppola; vestida con un elegante traje negro, Canonero agradeció a Sofia pero también a su padre, Francis Ford, quien se la había presentado cuando niña en el set de Cotton Club. Las realizaciones para la seguidora de la moda que representa Sofia, como también sus anteriores participaciones en films de Anderson –de Vida Acuática a Trip to Darjeeling– demuestran el talento para combinar sus conocimientos de los clásicos de la moda con guiños de las vanguardias: Canonero parece establecer colaboraciones con firmas de moda, de las maletas Vuitton o atuendos de Prada, los trajes elegantes de los hermanos que ensayan un retiro a la India a bordo de un elegante tren están atentos a los dictámenes de las pasarelas y los avisos de moda, pero componen un mundo menos efímero y caprichoso. Es imposible omitir su recurso de vestidos rimbombantes en corsetería, los tocados con fragatas y entre ellos, un cameo de una democrática zapatilla Converse. Pero la gran trayectoria de Canonero hace lugar a otros desafíos y géneros cinematográficos: en 1983 el director Tony Scott la convocó para vestir a David Bowie, Susan Sarandon y Catherine Deneuve en el fim de terror El ansia y no vaciló en trazarles atuendos con citas al comic de Dick Tracy, ni en irrumpir en la televisión para vestir con sacos ricos en hombreras a los personajes de Miami Vice; nunca abandonó los excelsos vestuarios para ópera ni el gusto por usar zapatos bajos rojos.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux