Oscar Fernández, quien innovó en estilos del rock de 1990 a la actualidad suele contar que cuando cambió sus estudios de matemáticas por los peinados y un bajista –el de la banda Juana la loca– le pidió que lo tiñese de rojo, debió trazar esa fórmula cromática en su hogar, pues semejante artilugio estaba prohibido en una clásica peluquería donde por entonces trabajaba. No tardó en formar su propio laboratorio de estilos para acicalar las cabezas del rock llamada Roho desde un petit hotel de Caballito, al que en 2008 sumó una sucursal en Palermo; ambas representan una versión criolla de lo que fuera la escuela Vidal Sasoon en la escena del Swinging London por sus cruces interdisciplinarios y espontáneos entre el diseño y la música. El nuevo desarrollo de su factoría y desde la labor de director creativo consiste en la realización de una colección cápsula para la firma Garçon García, denominada “Volans” y desarrollada junto con el músico Dante Spinetta, de Illya Kuryaki and the Valderramas, dueño de un estilo precursor en celebrar las extravagancias alrededor del hip hop.

Señala Oscar Fernández acerca de la alianza con la firma Garçon García: “El rock es el estado embrionario de la moda, al tiempo que la primera colección refleja el caos del primer disco de una banda, diseñamos como si hiciéramos una grabación de rock, a los bocetos de la colección de verano los ideamos en una sesión entre las dos y las cuatro de la mañana”. Acto seguido agrega que el nombre Volans surgió durante una tarde de asado en el patio de la casa de Dante y que “alude a la constelación del pez volador, se la puede observar desde el Hemisferio Sur, aunque es invisible desde el Hemisferio Norte, evoca la idea de algo que está inmerso en un entorno extraño, fuera de la zona de confort”.

Tales premisas fueron los disparadores de la colección compuesta de chaquetas, trajes, buzos, remeras y pantalones que, desde mayo, son un éxito de ventas en las tiendas Garçon García. El look book de la colección invierno 2015 admite ponchos con estampas de plumas y su contracara, representaciones de armas de fuego: los modelan una pareja en locación de un jardín agreste; en el recorrido por su galería de imágenes una modelo lleva una campera bomber de cuero y paño que replica el logo V, una constelación con trama de bordados arts and crafts en la espalda; su coequiper varón lleva una cazadora de cuero con la silueta de un animal salvaje, también hay buzos unisex donde el logo de la firma aparece con trazos de action painting negro y blanco. O bien asoma otro modelo masculino que con modismos de compadrito rocker porta un pantalón en tono morado, matizado con chambergo al tono y un buzo negro. La campaña oficial protagonizada por Dante Spinetta se realizó en marzo en distintas locaciones de Nueva York.

El cruce de moda y rock de Roho remite a recientes estilismos para las firmas Diesel, Tramando, Nike, la asesoría de imagen de Soda Stereo en la gira “Me verás volver”, además de la dirección de numerosos videoclips tanto para Gustavo Cerati, Julieta Venegas, Carca, Peligrosos Gorriones y Callate Mark. Unos de sus primeros flirts con la moda fue una línea de merchandising indie llamada Rockero Hi Fi (que incluyó laca, luego sumó gafas y botas) cuyo slogan sentenciaba “Roho no está de moda” y en sus comienzos fue modelada por los músicos que comenzaban a frecuentar su peluquería –de Emmanuel Horvilleur, el compañero de banda de Dante a los músicos de Miranda– y por la diseñadora de la firma de culto Pri. Concluye Roho acerca de su actual incursión en la moda: “Las prendas superaron la idea de una colección cápsula, en ella aparecen registros de nuestra experiencia en el rock. Hay registros inconscientes de nuestra infancia y nuestro contexto de la adultez, de una campera de cuero inspirada en los Black Panters a una camisa con pavos reales que bien pudo haber usado Gustavo Cerati”.