Por La Revuelta*

Las mujeres feministas celebramos como un acontecimiento político histórico que en Neuquén se haya festejado el primer encuentro en el Día del Orgullo Lésbico, Gay, Travesti, Transexual y Bisexual. Se trata de un gesto desafiante al modelo sexista y de violencia patriarcal que busca imponerse desde los medios de comunicación, el Gobierno, los partidos, el sindicalismo y otros actores sociales cuya única, monótona y omnipresente voz excluye la diversidad y castiga la diferencia. Se trata de un acto de desobediencia, de rebeldía, de creatividad, de libertad, y, por lo tanto, de dignidad. Se trata de dar la cara, poner el cuerpo y alzar la voz. De decir “aquí estamos, éstas somos, éstos somos, esto pensamos, esto decimos” y se trata, entonces, de una acto que festeja la condición humana. Las mujeres feministas venimos a este acto a dejar constancia de nuestra compañía y nuestro apoyo porque, como ustedes, buscamos la autonomía, defendemos la libre elección y luchamos contra las imposiciones de una sociedad mentirosa, androcéntrica y paternalista que calla nuestro sufrimiento y clausura nuestro placer. Consideramos muy importante, para todos los grupos que venimos batallando contra los fundamentalismos, la visibilidad pública de gays y lesbianas como organizaciones identitarias y políticas que buscan tener los mismos derechos sin renunciar a las diferencias.

Nombrar y amar se convierten en posiciones políticas: ser gay, ser lesbiana, ser bisexual, ser travesti, transexual o lo que se decida hacer con los cuerpos y el deseo requiere el respeto social y las garantías del Estado para los mismos derechos (jurídicos, económicos y culturales) que gozan quienes son/somos heterosexuales. La igualdad es completa o no es igualdad, porque la dignidad no se negocia. Por el ejercicio de la ciudadanía sexual, la consagración de todos los derechos (cívicos, laborales, asistenciales, legales, educativos, sexuales y reproductivos), por la libertad, la dignidad y el placer de todas y todos.

* Colectiva feminista.

El 28 de junio se celebró por primera vez el Día del Orgullo en la provincia de Neuquén.