En el mes de marzo de 1991 fue inaugurado el Hogar para Madres Adolescentes María Eva Duarte por la entonces Subsecretaría de la Mujer, actualmente Dirección General de la Mujer, del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que funcionó en el edificio ubicado en La Pampa 750, Capital Federal, hasta diciembre del 2009.

Su objetivo era la atención integral, desde una perspectiva de género, a jóvenes adolescentes embarazadas y/o con sus hij@s, que necesitaran un espacio de contención y acompañamiento por su situación de vulnerabilidad socio-afectiva. Desde su creación, la institución tuvo siempre un equipo técnico profesional compuesto por operadoras o convivientes, en número de dos por turno, y profesionales de distintas disciplinas afines. Desde la llegada de esta gestión del jefe de Gobierno actual, Mauricio Macri, en diciembre de 2007, el destino, conservación y continuidad del Hogar fue seriamente cuestionado. Hacia finales del año 2008 se planteó el “cierre por refacciones”, lo que dio lugar a una serie de sugerencias alternativas al cierre por parte del equipo profesional y las jóvenes alojadas en ese momento. Finalmente se dio marcha atrás a tal propósito.

Desde el inicio del 2009 se modificaron las condiciones de ingreso al Hogar, quedando el equipo profesional sin capacidad de decisión sobre el ingreso o no de las jóvenes solicitantes; de este modo los requisitos elementales que favorecían la convivencia dentro del Hogar quedaron seriamente afectados. La complejidad y abordaje de las historias de vida de las jóvenes y sus hij@s hacían necesarios recursos humanos con mayor nivel de capacitación así como también la cobertura total de los turnos por parte de las operadoras, condiciones que no fueron consideradas por la gestión.

Una vez más, y de manera totalmente sorpresiva, la noche del 29 de diciembre de 2009 las autoridades avisaron telefónicamente que al día siguiente se produciría el cierre del Hogar María Eva Duarte, con el objetivo de efectuar “refacciones edilicias”. Las adolescentes y sus hij@s serían trasladadas a otras unidades convivenciales y el personal asignado a otras funciones hasta nuevo aviso. Así se hizo.

Teniendo en cuenta el motivo esgrimido por las autoridades para proceder al cierre del Hogar, se abre una serie de interrogantes. ¿Es posible, en la administración pública, efectuar una refacción de tal envergadura sin una planificación previa? Por lo tanto, ¿existe una partida presupuestaria designada para tal fin? ¿Desde cuándo? ¿Cuánto demorarán las refacciones? Si era previsible la refacción, ¿por qué no se planificaron alternativas al cierre? ¿Por qué no se anticipó el anuncio de la medida? ¿Por qué tanto las huéspedes como el personal fueron informados la noche anterior al cierre del Hogar? ¿A qué responde la creación de un contexto violento, intempestivo, con la separación abrupta de vínculos afectivos de las jóvenes y sus hij@s, entre pares y con el equipo de trabajo? ¿Cómo se explican los traslados a otras unidades convivenciales sin el conocimiento y la posibilidad de elección de las jóvenes, vulnerando así su derecho a decidir? ¿No se evaluó el efecto revictimizante de semejante procedimiento por parte de un organismo del Estado que se ocupa de la violencia de género y el atropello a las mujeres? ¿Alguien se encargará de exigir respuestas al Gobierno de la Ciudad?

* Lic. en Trabajo Social. Ex coordinadora general del Hogar María Eva Duarte.