ESCENAS
Primero fueron Brecht y Weill quienes se permitieron adaptar magistralmente La ópera de los mendigos (1728) del inglés John Gay, retitulada La ópera de dos (o tres, según el caso) centavos (1928) y luego Chico Buarque compuso su Opera do Malandro (1978). Ahora es el turno de dos argentinos –Gustavo Lencina en dramaturgia y Daniel Berardi en música– que han hecho su propia versión de la pieza de Gay, con nuevas variaciones en el nombre: La ópera de dos mangos, y en la música, que suena a tango. Historias de amor, mafia y corrupción en los márgenes, jugadas en el estilo de los viejos cabarets. Con el barítono Horacio Berdini, la soprano Marcia Cusi y la mezzo Magui Vittar Smith, encabezando el elenco. Con puesta en escena de Carlos Palacios.
La opera de dos mangos, desde mañana, los sábados a las 21.25 y los domingos a las 19.30, en el Teatro de la Comedia, Rodríguez Peña 1062, a $ 20, 4815-5665.
La variopinta compañía nómade Hopballehus se está presentando en Buenos Aires con el estreno mundial de un espectáculo inspirado en un cuento de Karen Blixen acerca de una superiora que rige un convento habitado por viejas mujeres con pasado turbulento. La monja tiene siempre a su lado a un mono de Zanzíbar y se desespera cuando el animal se va cada tanto una temporada al bosque. Esta historia sirve de plataforma a los integrantes de diversas nacionalidades de la compañía visitante, con formación en diversas disciplinas, para realizar una exploración sobre el poder, el lado salvaje de las personas, la transgresión sexual y el fanatismo religioso. Dirige Max Webster y, entre otros/as, actúan Julie Beauvais, Lilirose Cioni y Magnus Errboe.
El monkey, hoy, mañana y el domingo, y de 25 al 28 de enero, en la Sala Solidaridad del Centro Cultural de la Cooperación, Corrientes 1543, a $ 15.
En las telas de Emilio Reato queda claro que la playa bien puede ser la dimensión desconocida, pero no para cualquiera: es cuestión de escala, de mirada atenta, de cierto dramático sentido del humor. De eso se trata esta muestra que encontró como hogar un entorno tan adecuado como las paredes del Viejo Hotel Ostende, escenografía propicia para disfrutar anche invocar -nunca se sabe- esas presencias.
En el Viejo Hotel Ostende, Biarritz y El Cairo (Ostende), Pinamar. De lunes a lunes de 10 a 20. Hasta el 15 de febrero.
Hace casi dos décadas que Lucía Pacenza viene profundizando en una mirada escultórica que reflexiona sobre lo geográfico como entorno, como espacio, pero también como identidad. Los ritmos naturales y las afinidades geométricamente calculadas de lo urbano, la luz trabajando sobre volúmenes y la piedra doblegándose ante dibujos. Esos son los ejes. Luego, todo se conjuga como un mecano que obedece caprichos: ¿cómo quedaría tal o cual pieza en un lugar emblemático de la ciudad? Para imaginar respuestas, está el auxilio de la fotografía y las adorables esculturas en pequeño formato. En esta exposición, puede verse parte de la obra de los últimos diez años.
En el Museo Nacional de Bellas Artes, Avda. del Libertador y Pueyrredón. De martes a viernes de 12.30 a 19.30; sábados y domingos de 9.30 a 19.30. Hasta el 4 de enero.
En “Cuidarte es quererte” el parador que laboratorio Schering armó en Pinamar, hay una agenda de actividades playeras para todos los gustos, ordenadas en dos categorías clarísimas: las de días de sol y las de días de lluvia. Entre las primeras hay caminata, vóley, masajes, recreación para niñas y niños, gimnasia, tatuajes de henna, y juegos sms. Para los días más feos, masajes. Todo comienza a la mañana y finaliza al atardecer.
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