Si fuera vagina sería la de...
una mujer de un cuadro de Klimt.

Si fuera pene sería el de...
un hombre satisfecho.

Ojalá se inventaran los preservativos de...
tal tecnología que permita que se coloquen solitos y al instante, sin necesidad de interrumpir.

Si mi cama hablara diría...
nada que los vecinos no hayan escuchado.

Quisiera tener dos...
chances para hacer las cosas: mal y peor.

Nadie lo sabe, pero en el baño, inmediatamente después...
de sumergirme en la bañera para un baño de inmersión me pregunto cuánto tiempo tengo que permanecer para justificar semejante despliegue.

¿Qué palabras no puede evitar decir en ese momento?
La que me surja y si no, el silencio.

¿A quién le gustaría ver en una porno?
a la familia Ingalls.

¿Dónde se haría un agujero nuevo?
¡Otro más! ¿Para qué?

¿Cuántos son multitud?
Cuando ya no alcanzan las copas.

¿Qué detalle bajo la ropa le saca las ganas?
Las palabras desentonantes: malas noticias, excusas, historias que no vienen al caso, etcétera.

¿Cuál es su posición favorita?
Depende del partenaire.

¿Qué es para usted un polvo mágico?
El decolorante de cabello.

¿Cómo le hace saber que es “ahí”?
“Sí, sí, así, seguí...”

¿Cuándo miente?
Una vez al día, por lo menos,
como todos los mortales.

El tamaño no le importa salvo que...
produzca pena o desgarro.

¿Qué quiso siempre y nunca tuvo?
La casita de las Barbies.

Tiene que durar más que...
pero menos que...
Más que un primer encuentro...
pero menos que un inexorable desencuentro.

Romina Sznaider es actriz y autora teatral. En este rubro integró la compañía Sucesos Argentinos y destacó en las obras La cantante calva, Brochette de corazones de pollo y Doce polvos. En televisión integró el elenco de Cha cha cha, y en cine actuó en Todas las azafatas van al cielo, Judíos en el espacio y Regresados. Por estos días actúa en Norma y Ester, avatares de dos chicas de Munro, del escritor Carlos Gamerro, bajo la dirección de Ana Franchini (sábados a las 22. Teatro Orfeo, Luis María Campos 1375).