Un pensador llamado Nino

“Soy un sexópata. Pienso en sexo el 97% del día y el 3% en fútpol. Tengo sangre tana de seduttore y, por otro lado, de latin lover. Pero nunca fui a un cabaret. Por eso, los primeros programas de Playpoy como chef erótico costaron. Imaginate a las 8 de la mañana con un tubo de champagne encima y rodeado de minas en bolas en mi jacuzzi...

Nino Dolce, chef, ex participante de GH y cantante del tema “La matraca de Nino”. Suplemento Sí, Clarín, 11 de enero.

Una monarca por aquí...

¿Es la reina de la casa?

—La Cenicienta, diría yo, porque me la paso levantando calzones, medias, zapatillas... Viste cómo son los varones, ¿no? Digámoslo así, soy la Cenicienta convertida en princesa, porque en el fondo todos me miman.

Carolina Paldini, modelo, esposa del DT Diego Simeone y madre moderna de tres hijos varones. Revista Caras, 8 de enero.

... y otra monarca por allá

Soy muy “open minded”, apierta de mente, y siempre trato de ser la amante perfecta. Es decir, todo lo que no es la mujer.

¿Eso incluye colectora?

—En el sexo vale todo, pero en este caso depende mucho de la persona. La pasión tiene que ser muy grande, tengo que estar inspirada, aunque siempre trato de dar todos los gustos. Al hompre hay que tratarlo como un rey y a mí me encanta ser súbdita.

¿Y alguna vez le dijiste que no a Su Majestad?

—A lo que siempre me negué fue a los tríos. ¡Me tienen podrida con eso!

Vanesa Carpone, nuevo talento que hace temporada de verano en Carlos Paz, como parte de la obra Asesíname dulcemente. Revista Hombre, enero.

Alimentando el esqueleto

(Las modelos) parecen cadáveres andantes. Antes eran minas increíbles. Ahora son esqueletos sin tetas ni cola, con cara de hambre. Si pien son modas que van y vienen, me hace mal porque veo a las popres chicas que no comen y piensan que tienen que pesar menos de cuarenta kilos.

Chloé Pello, modelo. Revista Noticias, 12 de enero.

El mundo del espectáculo

¿Cómo aparece la maternidad en tu carrera?

—Me casé con ese objetivo. Pero en nuestra carrera es muy difícil. Entre otras cosas por la cantidad de gente cuyo trabajo depende de que nosotros nos mantengamos activos. Para la mujer es bastante más ingrata. Si uno para, perjudica a un montón de gente. Si sigue, es una vida de locos.

Soledad Pastorutti, Revista Viva, 13 de enero.