Las presencias destacadas fueron varias en SheShamans and Magic Mamas. Pero hay dos señoras que, digamos, cuentan con un poquito más de reconocimiento por su extensa trayectoria.

Cindy Palmer abrió una de las sesiones con una charla en la que repasó los estados alterados de conciencia que atravesaron –muy bien, de manera aceptable o pésimamente– algunas chicas como Charlotte Brönte, Louisa May Alcott, Anäis Nin, Billie Holiday o Nina Hagen, entre otras. Estas historias son parte del libro Sisters of the Extreme: Women Writing on the Drug Experience, que Palmer editó con su esposo Michael Horowitz. Con él dirige la biblioteca Fitz Hugh Ludlow, la más grande de EE.UU. sobre drogas psicoactivas. Palmer es escritora, fotógrafa y (acá va el dato cholulo) la mamá de Winona Ryder.

Otra de las legendarias que asistió al encuentro es Kathleen Harrison. Hace un par de décadas, ella junto al gurú psicodélico Terence McKenna, su esposo en aquel momento, comenzaron el proyecto Botanical Dimensions en Hawai, dedicado a investigar la conexión que establecieron diferentes culturas con plantas y hongos. Harrison viene trajinando el continente americano desde hace más de treinta años, sobre todo la zona del Amazonas, donde probó un poquito de todo (peyote, ayahuasca y hongos variados). En Perú, cerca de Iquitos, junto a la gente del lugar, creó una reserva etnobotánica llamada El Jardín Sachamama.