Con un gol agónico del debutante Brian Montenegro, Lanús se consagró campeón de la Copa Bicentenario con su triunfo 1-0 ante Racing en el Cilindro de Avellaneda, que contó con la presencia de público de las dos parcialidades. En un partido bastante friccionado, la Academia se plantó un poco mejor, aunque abusó del juego aéreo y desperdició dos oportunidades clarísimas. Por su parte, el Granate no jugó bien, pero ejecutó a la perfección la última jugada, un contragolpe maestro de esos que sirven, como en este caso en particular, para ganar un título. El conjunto de Jorge Almirón, vigente campeón del fútbol argentino, logra así el pasaje a la Copa Sudamericana 2017.

Con un marco espectacular, hinchas de los dos equipos y el estadio Presidente Perón repleto, el resultado más justo hubiese sido un empate para que el azar y la puntería en los penales determinaran al campeón de la Copa Bicentenario. Pero el joven Montenegro y sus compañeros de equipo tuvieron otro plan, mucho más efectivo, veloz y exitoso, que dejó a Racing con las manos vacías y sin festejo en su propia casa.

Muy poco se vio en los primeros 45 minutos. Racing salió a presionar bien arriba con las proyecciones de Emanuel Insúa y la conexión con Marcos Acuña, y obligó a Lanús a concentrar mucha gente en defensa. Así, la Academia llegó dos veces con peligro: a los 4 con un remate de Oscar Romero, y a los 10 un cabezazo de Acuña fue desviado al corner por Matías Ibáñez. Después el encuentro entró en zona de discusión y pierna fuerte, y el árbitro Germán Delfino sacó varias tarjetas amarillas.

Lanús, lejos del nivel exhibido en el torneo pasado, no inquietó a Racing y en el segundo tiempo se aferró al contraataque, aunque pudo haber sacado ventaja con un disparo potente de Nicolás Aguirre que exigió a Nelson Ibáñez. Racing contestó con dos chances de Gustavo Bou.

Y en el descuento, cuando el empate parecía irrevocable, el defensor José Luis Gómez generó la jugada que derivó en Miguel Almirón. El paraguayo, pegado al sector izquierdo, tomó la pelota, desbordó y envió el centro que incluyó a José Sand como cortina en la habilitación en soledad de Montenegro, quien sólo debió empujar la pelota a la red. Esa acabó siendo la emoción máxima: ver al Granate festejando con su gente en el Cilindro de Avellaneda, tal como lo hizo en las conquistas de 2007 en La Boca, y de 2016 en River, con otra estrella local.

Arbitro: Germán Delfino.

Estadio: Cilindro de Avellaneda.

Gol: 90m, Montenegro (L).

Cambios: ST, 61m D. González por Videla (R); 73m Montenegro por Aguirre (L).