Latinoamérica, y el Mercosur en particular, sintió el título mundial de Brasil como algo propio, al punto que el presidente argentino Eduardo Duhalde calificó la conquista como “una victoria del Mercosur”. Un proceso similar se vivió en el propio Brasil, ya que el presidente Fernando Henrique Cardoso se embanderó con el triunfo otorgándole una cierta connotación política, pero Rivaldo lo atajó desde Japón: “Ahora es fácil felicitar”, le mandó el volante.
“Es una victoria del Mercosur, que enorgullece a la región”, dijo Duhalde en un mensaje que hizo llegar a Cardoso. “En estos días difíciles para la vida de nuestros pueblos, estas victorias deportivas se constituyen en hechos singularmente auspiciosos en el corazón de cada uno de nuestros compatriotas”, señaló el mandatario argentino, anotándose en la celebración.
El presidente de Chile, Ricardo Lagos, y el primer mandatario de Uruguay, Jorge Batlle, también felicitaron telefónicamente a Cardoso, y el presidente venezolano Hugo Chávez abrió su programa radial vivando a Brasil. “Hoy estamos de fiesta en las calles de Caracas. ¡Viva Brasil!”, exclamó.
Pero no todas fueron felicitaciones para el presidente brasileño. Rivaldo tuvo alguna atención desde Yokohama, en virtud de las críticas que había formulado al comienzo del proceso que desembocó en este título. “Este tipo de declaración lastima a los jugadores y aumenta la presión sobre el equipo; el presidente debería apoyarnos siempre y no sólo en las victorias”, expresó Rivaldo. “No sólo en los buenos momentos se necesita el apoyo del presidente sino que también lo precisábamos en aquellos momentos difíciles de las eliminatorias. Ahí también necesitábamos buenas palabras y, sin embargo, nos metió mucha presión, pero son las cosas del fútbol y hay que aceptar la opinión del presidente”, indicó.
“Alemania nos puso en muchas dificultades en el primer tiempo, pero bajó el ritmo en el segundo, nos dejó más espacios y tuvimos ocasión de marcar. En la primera que tuve disparé y menos mal que Ronaldo estaba atento para marcar goles”, añadió. “Trabajé mucho para llegar en forma al Campeonato del Mundo y estoy muy contento, porque ha sido un año muy difícil. Me han criticado mucho, tanto en España como en Brasil, y ahora soy feliz, después de un grandísimo Mundial”, agregó.
Después de la victoria, Cardoso habló con varios jugadores, entre los que nombró a Ronaldo, Cafú y Denilson, y que todos le aseguraron que habían luchado mucho por esta conquista y que lo hicieron por Brasil.
Cardoso recibirá mañana en Brasilia a los campeones, que llegarán a la capital en su vuelo de retorno desde Japón. Posteriormente, el plantel desfilará por las calles de Río de Janeiro y de San Pablo.
Rivaldo dijo que no tiene inconvenientes en “estrecharle la mano” a Cardoso, pero aseguró que le hubiese gustado que “cuando la prensa y los aficionados metieron mucha presión”, él no hubiese avivado la polémica.
La noticia desmiente versiones según las cuales el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ricardo Teixeira, no permitiría que los jugadores visitaran al presidente como represalia por la aprobación de una medida provisoria por la que se reglamentó el fútbol brasileño, obligando a los clubes a convertirse en empresas con una contabilidad transparente y sometida a auditoría.