Falta de fortuna primero, falta de inteligencia más tarde y falta de piernas sobre el final se conjugaron para que Boca cayera 1-0 ante Colón, en un partido en el que pudo haber ganado con relativa comodidad si acertaba algún gol cuando lo mereció durante el primer tiempo y el arranque del segundo, pero que terminó perdiendo, casi que de manera justa, por la gran cantidad de llegadas de riesgo que le generaron en los últimos minutos del juego. Pudo haber sido victoria, no se conformó con el empate y terminó en derrota, resultado que abrió el campeonato y que le sembró al conjunto de Basile varias dudas de cara a la recta final del certamen y de la Copa.
Boca arrancó sereno, con confianza absoluta en que el toque de pelota de sus futbolistas se iba a traducir en algún gol. Insúa se mostraba, Gago era eje en el medio, Calvo subía con inteligencia y se transformaba en otro atacante, Cardozo sorprendía con sus apariciones por el medio y Palacio rotaba por ambos costados para conseguir espacios vacíos. De esa forma, el equipo de Basile no sólo insinuaba peligro sino que también lo generaba. Una muestra clara fue que ya a los tres minutos Tombolini debió taparle un mano a mano a Palacio, luego de una gran maniobra colectiva.
Pero lo que no estaba en los planes de Boca era que Colón le respondiera con tanta audacia. Es que si bien los santafesinos arrancaron con un 4-4-2 clásico, tanto Zurita como Cominges se mostraron incisivos por las bandas, mientras que Moreno y Fabianesi se las ingeniaba para acompañar siempre a los delanteros. Es por eso que a Boca el partido siempre le quedó incómodo, aun en los pasajes en los que fue claro dominador. Descompensado, el hasta ayer único líder parecía que podía matar en cada uno de sus avances, pero sufría ante cada contragolpe profundo de su rival. En la más clarita, Cominges lo perdió de manera increíble ante Medrán, tras un desborde de Zurita en el cierre de la primera parte.
Para colmo, Boca ayer no tuvo la fortuna de su lado. A diferencia del jueves, cuando metió tres tantos, esta vez a Palacio los palos le negaron tres oportunidades. Si hubiese entrado alguna, tal vez la historia era otra. Pero como el gol para resolver el compromiso se le negó, el equipo de Basile debió seguir con su búsqueda. Y a medida que los minutos corrían, la claridad y las ideas se fueron perdiendo.
Fue entonces cuando comenzó a jugar el factor físico. Obligado a insistir por la victoria, Boca adelantó todas sus líneas y arriesgó más de lo que sus fuerzas le permitían. Con el desgaste a cuestas, fue más lo que padeció en su campo que lo que pudo generar en el área rival. Sin movilidad, los delanteros –incluido Guillermo Barros Schelotto– resultaron absorbidos por la zaga santafesina. Y volantes y defensores lo pagaron en el retroceso.
Inteligente, Colón vio la oportunidad y no la desaprovechó. Confiado a partir de que ya no sufría en el fondo, apostó por la potencia de Denis y Fuertes, y acompañó con los volantes para buscar la victoria. De esa forma, las situaciones de riesgo se sucedieron frente al arco boquense. Lo perdió dos veces el ex Arsenal y más tarde Medrán salvó ante Fuertes. Boca no se dio por avisado y siguió con su búsqueda ciega, sin respaldo físico para ello. Entonces, Calvo –que había pedido el cambio– terminó como culpable por un mal pase que derivó en la palomita goleadora de Moreno y Fabianesi. Pero fue una simple anécdota en un partido en el que a Boca le faltaron varios otros factores para ganar.

BOCA-0 Medrán -5 Calvo -5 Schiavi -4 D. Díaz -5 Krupoviesa -5 Cagna -4 Gago -7 Cardozo -6 Insúa -5 Palacio -6 Palermo- 5 DT: Basile

COLON-1 Tombolini -7 Chitzoff -5 Piccoli -6 Lussenhoff -7 Vargas -6 Zurita -5 Romagnoli -6 M. y Fabianesi 6 Cominges -5 Denis -5 Fuertes -7 DT: Bauza

Cancha: Boca.
Arbitro: Gustavo Bassi.
Gol: 82m Moreno y Fabianesi (C).
Cambios: 60m Barros Schelotto por Cagna (B); 63m Capurro por Cominges (C) y Vargas por Cardozo (B); 78m Morel Rodríguez por Krupoviesa (B); 87m Crosa por Moreno y Fabianesi (C).