FúTBOL › EL EQUIPO DE BASILE SOLO PUDO EMPATAR 1-1 CON INSTITUTO
Ganaba con un gol de Silvestre, pero se relajó y los locales, que sumaron su primer punto en el Clausura, le igualaron el partido con un cabezazo de Miliki Jiménez. Pudo quedarse con el triunfo en la última jugada, pero al frentazo de Palermo lo controló Pezzuti. Otra vez dejó unidades ante un equipo que pelea el descenso y está a tres puntos del líder Colón.
Boca no pudo hacer diferencias ante Instituto y se volvió de Córdoba con un empate 1-1, que lo alejó del lote de avanzada en la tabla del Clausura y pone sobre el tapete las fallas del equipo en la zona de volantes, donde no rindieron Insúa y Bilos, y Gago mostró un cara demasiado débil. Matías Silvestre abrió la cuenta para Boca y Daniel Jiménez puso con un frentazo impecable la igualdad para los locales.
Instituto sorprendió a Boca en el comienzo, con un planteo agresivo que le permitió acaparar protagonismo. Así, antes que Boca pudiera pararse bien en la cancha, llegó la primera chance de los cordobeses: una jugada de corner que ejecutó Brandán, peinó Miliki Jiménez y cabeceó después Bergessio, apenas desviado.
La réplica de los visitantes, que estaban algo lentos al principio, llegó recién a los diez minutos con un centro de Ibarra que Palermo conectó con un cabezazo que se fue por arriba del ángulo derecho del arco de Pezzuti. Instituto volvió a generar otra chance con un cabezazo de Brandán, que salió por un costado.
Pasado el primer cuarto, Boca parecía querer jugar mejor, pero le costaba hacerlo colectivamente, y muchas de sus buenas intenciones se truncaban en algunas corridas solitarias, con Bilos como abanderado. La situación más clara de los Basile, que jugaban mejor pero carecían de la profundidad necesaria, fue un mano a mano de Palacio con Pezzuti. El delantero bajó una pelota con el pecho y se acomodó de frente para sacar un zurdazo sobre el cuerpo del arquero; igual de mal Palacio había definido ante Lanús tres de cuatro situaciones de gol muy similares.
Los locales tuvieron también una excelente oportunidad para abrir la cuenta, luego de un buen avance de Bergessio, quien, pese a la marca pegajosa de Silvestre, sacó un centro perfecto. Morales recibió, pero agarró mal la pelota y se la puso en las manos a Abbondanzieri. Sobre el final, un tiro libre de Insúa se coló entre la barrera para meterse abajo sobre el primer palo, pero no fue gol porque Pezzuti consiguió contener.
La paridad del encuentro también se notó en el complementario. Ambos equipos concentraban su juego en la zona media y continuaban sin encontrar la claridad necesaria en los últimos metros. En ese contexto, la fortuna le sonrió a Boca, cuando en jugada de tiro esquina, Silvestre recogió un rebote en la puerta del área y puso un violento derechazo que tocó el palo izquierdo de Pezzuti y se metió adentro; poco antes, Brandán había sacado un potente remate frontal a las manos de Abbondanzieri.
Los de Cuffaro Russo reaccionaron bien frente al gol y salieron a buscar con más decisión el empate. Gago no jugaba bien e Insúa aparecía de a ratos. Esa ventaja que Boca daba en el medio ayudaba a los cordobeses, que iban a encontrar la igualdad con un cabezazo de Jiménez, tras un centro de Trullet, que agarró mal parada a la defensa boquense.
Con el envión del empate, los locales tuvieron una seguidilla de situaciones complicadas para Boca. Tuvo la victoria en sus pies Caprari, pero Abbondanzieri respondió bien y sacó afuera. En cambio, las llegadas de Boca se desinflaban en la zona de definición, donde Palermo hacía poco y Barros Schelotto –ingresó por Palacio, lesionado– apenas insinuaba.
Sobre la hora, Boca tuvo en jugada de pelota parada en la puerta del área una chance inmejorable para la victoria, concretó Palermo con un cabezazo que Pezzuti controló sin inconvenientes.
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