Más allá del material que ofreció el encuentro para analizar y discutir, con la televisión como aliada y el reglamento en la mano, es justo decir que Boca fue apenas superior a su rival y tuvo méritos como para llevarse de Liniers la victoria por 3-2. Ya desde el arranque y a pesar del gol de Ereros, a los dos minutos, luego de una excelente habilitación de Gracián –el mejor jugador de la cancha, aunque le faltó algo de compañía–, el líder del torneo iba a demostrar suficiente actitud ofensiva como para revertir su suerte.

El partido prometía emociones. Porque Vélez jugaba bien, con Gracián y Centurión complicando siempre, aunque sin encontrar la profundidad necesaria, salvo cuando el enganche se mandaba solo y complicaba a la defensa local. Y porque Boca se largaba cada vez más decidido al ataque, incluso sin preocuparse por los espacios que cedía en defensa, que Vélez aprovechaba de tanto en tanto en jugadas de contraataque.

Unos minutos después de que Palacio desperdiciara su segundo mano a mano con un nuevo remate sobre el cuerpo de Sessa, Palermo aprovechó un error defensivo de Vélez y, habilitado por un pase atrás de Razzotti, quedó mano a mano frente al arquero y no perdonó.

Vélez no demoró su respuesta y contó con dos chances para ampliar: una remate de Gracián que tapó Abbondanzieri y un remate de Ereros que terminó salvando Díaz sobre la línea. Pero Boca tampoco aflojaba su presión sobre el campo de Vélez y en una jugada de tiro de esquina encontró su segundo gol, con un buen cabezazo de Silvestre, que generó la segunda jugada polémica del encuentro.

Hasta ahí la diferencia era justa, porque Boca –con buenas labores de Gago e Insúa y, en menor medida, Ledesma– jugaba un poco mejor y mostraba una mayor actitud ofensiva. Pero Vélez acechaba y, cuando podía, acercaba peligro al arco de Abbondanzieri.

El dominio boquense sufrió un buen traspié en el complemento cuando, tras un grosero error de Krupoviesa, Gracián habilitó a Mauro Zárate para que el delantero sacara un violento remate cruzado que se clavó en un ángulo del arco de Boca. Los de Basile acusaron el golpe y encima sufrieron después un cabezazo de Bustamante que pasó cerca.

Díaz tuvo una buena oportunidad con un cabezazo potente que Bustamante desvió en la línea del arco de Sessa y, tras pegar en el travesaño, se fue afuera. Después tuvo su tercer mano a mano Palacio, que volvió a definir mal, esta vez por arriba del arquero, cuando tenía espacio para eludirlo y asegurar la pelota.

El segundo gol de Palermo, inmediatamente después de un tiro libre de Díaz (ver aparte) en el que Sessa dio un rebote, que tomó Bilos y tras un nuevo rebote Palermo, fue la última jugada del partido. Pellerano rechazó la pelota, que había traspasado la línea de gol, y volvió a encenderse la polémica. Los jugadores de Vélez corrieron a increpar a Pezzotta, mientras que los hinchas locales arrojaban todo tipo de objetos al línea Carlos Rebollo. Pezzotta dijo basta y lo terminó ahí, faltando tres minutos.

Entonces, la bronca se hizo violencia en las tribunas. El asunto arrancó en la platea de Vélez y se expandió rápidamente a la tribuna visitante. Hubo lluvia de asientos y corridas. Un espectáculo realmente patético.

VELEZ-2 Sessa-5 Cubero-5 Pellegrino-6 Pellerano-6 Bustamante-5 Sena-5 Razzotti-4 Centurión-5 Gracián-7 M. Zárate-6 Ereros-6 DT: Russo

BOCA-3 Abbondanzieri-6 Ibarra -5 Silvestre -6 D. Díaz -6 Krupoviesa -3 Ledesma-6 Gago-7 Cardozo-5 Insúa-6 Palacio-5 Palermo-6 DT: Basile

Estadio: Vélez.
Arbitro: Sergio Pezzotta.
Goles: 2m Ereros (V), 26m Palermo (B), 39m Silvestre (B); 61m M. Zárate (V), 86m Palermo (B).
Cambios: 46m Somoza por Razzotti (V), 52m Broggi por Centurión (V), 68m Bilos por Cardozo y Morel Rodríguez por Krupoviesa (B), 69m Ladino por Sena (V).
Incidencia: 87m, Pezzotta suspendió el encuentro por agresión del público local al línea Carlos Rebollo.