A pocos días del comienzo del Mundial, las lesiones parecen ser un denominador común para la mayoría de las selecciones candidatas a ganar la Copa del Mundo. Jugadores lastimados y en pleno proceso de recuperación integran la nómina de varios planteles, en lo que constituye un dolor de cabeza para los entrenadores que pretenden por estos días tener definida una alineación titular. Calendarios prolongados, un juego cada vez más físico y presiones de todo tipo serían las causantes de estas afecciones, que podrían limitar la capacidad física de grandes figuras de cara al Mundial.

De los candidatos, casi ninguno se salva de tener un lesionado entre sus filas. Así es el caso de Argentina, cuya figura más promisoria, el juvenil Lionel Messi, se recupera lentamente de una lesión que sufrió en los isquiotibiales hace tres meses. Su curación se aceleró y, veinte días después, sufrió un desgarro del cual aún no se terminó de recuperar. Aunque fue convocado por el entrenador Frank Rijkaard para la final de la Champions ante Arsenal, no integró el banco de suplentes, lo que sumó un interrogante respecto de su actual condición física. “Ya estoy bien de la lesión”, aseguró ayer cuando llegó a Ezeiza. Otro de los argentinos en duda es Gabriel Heinze, que en septiembre se fracturó la tibia y el peroné de su pierna izquierda y desde entonces no jugó un partido entero.

El campeón del mundo tampoco escapa a esta racha y la incógnita descansa sobre dos de sus históricas figuras. Ronaldo, que puede superar la marca del alemán Gerd Müller como máximo goleador en Mundiales, padece desde hace un año una lesión crónica en su rodilla derecha. El delantero se preservó todo lo que pudo, al punto de jugar muy poco en Real Madrid, pero nada le garantiza que las molestias puedan resurgir durante el torneo. Asimismo, el capitán Cafú se recupera de una fuerte distensión de ligamentos y, aunque ya jugó varios partidos con el Milan, aún no recuperó su forma física en un ciento por ciento.

Pero si en un país la lesión de un jugador causó una verdadera conmoción fue sin duda en Inglaterra, tras la fractura que sufrió Wayne Rooney. El delantero de Manchester era la principal carta ofensiva del equipo, pero se quebró el metatarso del pie derecho y su presencia está en duda. En tanto, el otro delantero titular, Michael Owen, quien en marzo sufrió una idéntica lesión, aún no se recupera y se resintió al intentar volver a jugar en Newcastle. El defensor de Chelsea, John Terry, completa la nómina con una fuerte contractura en la pierna izquierda.

En Italia, que ya sufrió la baja de Cristian Vieri como consecuencia de una fractura, se teme por el estado que presentará su principal figura, Francesco Totti, quien se recupera de una fractura de peroné sufrida en enero. Si bien el astro de la Roma ya volvió a las canchas, todavía no está en plenitud y es un hecho que preocupa al entrenador Marcello Lippi. En España, su colega, Luis Aragonés, tampoco puede despilfarrar tranquilidad. Tres de las figuras clave de la furia recién están saliendo un complicadas lesiones: Xabi Alonso, de Liverpool, afectado en su rodilla; Xavi, de Barcelona, quien arrastra una rotura de ligamentos cruzados; y el legendario Raúl, de Real Madrid, quien estuvo a punto de quedar afuera del Mundial por un esguince de rodilla.

Alemania tiene dudas respecto del atacante del Werder Bremen, Miroslav Klose, que desde hace por lo menos un año padece lesiones en sus ligamentos. Llegará entre algodones y es una pieza clave que el entrenador Jürgen Klinsmann no se puede perder. Pero el plantel germano sufrirá la ausencia en la Copa del Mundo de un jugador que parece signado por la mala suerte. Se trata del volante de Bayern Munich, Sebastian Deisler, que se había quedado afuera de Corea-Japón por una rotura en la rodilla. Cuatro años más tarde se lesionó en el mismo lugar y volvió a quedarse sin Mundial. Tras ser notificado que no podría representar a su país, Deisler se hundió en una profunda depresión.

Otro que no puede creer su mala fortuna es el goleador del Milan y la selección de Ucrania, Andriy Shevchenko. En la penúltima fecha del campeonato italiano se resintió en los ligamentos de su rodilla izquierda y deberá estar 25 días inactivo. “Voy a llegar, no puedo quedar afuera, jugaré aunque sea en muletas”, prometió “Sheva” a los hinchas de Ucrania, quienes están ansiosos de ver el debut de su selección en un Mundial. Francia parecía estar al margen de las lesiones. Sus principales figuras, Zinedine Zidane, Thierry Henry y David Trezeguet, están en buenas condiciones físicas pero, la semana pasada, Djibril Cisse se sumó a esta lista de lesionados al sufrir un desgarro durante la final de la FA CUP. Aunque fue incluido en la lista, no se sabe si será titular en el debut ante Suiza.

Mientras en República Checa aún se duda del estado físico del volante de la Juventus, Pavel Nedved, la nómina de convocados incluye a tres jugadores que están lesionados y que intentarán recuperar durante la Copa del Mundo: Vladimir Smicer, con rotura de tendón de aquiles; Vratislav Lokvenk, lesionado en la rodilla; y el delantero Jan Koller. En Paraguay está en duda Roque Santa Cruz y en Ecuador quedó descartado el delantero Franklin Salas, al igual que el portugués Jorge Andrade, quien no pudo superar una rotura en su rodilla que padeció el mes pasado en el Deportivo La Coruña.

Ante tal panorama de lesionados, el ex capitán y técnico de Alemania y actual titular del Comité Organizador, Franz Beckenbauer, formuló días pasados un lacónico comentario cargado de preocupación: “Me inquieta el estado físico que los jugadores traigan a Alemania. Invertimos mucho dinero y trabajo en la organización de la Copa del Mundo y sería muy decepcionante ver un torneo pobre con figuras que no están en un ciento por ciento”.