FúTBOL › CUESTIONES TRASCENDENTALES DE CARA AL PARTIDO POR LOS CUARTOS DE FINAL ANTE LA FIRME ALEMANIA
Después de la clasificación en su zona, la Selección había dejado un montón de certezas acerca de sus posibilidades en lo que seguía. Ahora, después de la sufrida victoria contra los mexicanos, en el horizonte aparecen demasiadas preguntas que pasan al primer plano. ¿Cuál es el mejor camino para llegar a Berlín? Esa es la cuestión.
› Por Juan Jose Panno
Desde Nuremberg
Jugando así como jugó el sábado, no. No tiene ninguna posibilidad si los alemanes juegan como lo hicieron en su partido de octavos contra los suecos, especialmente en el primer tiempo. Tendrán que ajustarse demasiados tornillos en el funcionamiento del equipo para que se opere un cambio sustancial y se llegue al partido con chances reales. Ellos son locales, seguramente recibirán alguna manito del árbitro (el sábado echaron injustamente al sueco Lucic) y siguen en ascenso. Pero, por supuesto, la chapa no está puesta. Porque también es cierto que la mayor responsabilidad la tienen los locales y Argentina no se siente incómoda cuando va de punto. Si se juega como contra Serbia y Montenegro, entonces sí será otra historia.
El entrenador de la Selección Argentina sorprendió varias veces: con los veintitrés del plantel, con la formación del equipo y con los cambios. En general, no se le puede hacer reproches, los resultados indican que no se equivocó mucho y que tuvo aciertos significativos como los de mandar a la cancha casi simultáneamente a los enanitos descansados sobre el final de un partido en el que todos estaban medio fusilados. Se la jugó y le salió bien; si los mexicanos hubieran acertado un gol entre los 30 y los 38, con Messi en el banco, ahora se estaría hablando, presumiblemente, del error del entrenador que demoró la entrada del pibe. Todavía es demasiado prematuro, quedan muchos días antes del encuentro de cuartos de final, se deben dimensionar diferentes factores (físicos, anímicos y futbolísticos) antes de tomar una decisión.
Si todos estuvieran en idénticas condiciones, tal vez lo mejor sería jugar con Burdisso, Ayala, Milito y Sorin. Las acciones de Burdisso, que no anduvo muy bien cuando le tocó jugar, subieron al compás del descenso de las de Coloccini, que había sido el peor contra Holanda (y por eso no se sostuvo en el puesto) y Scaloni, de quien mucho se esperaba en la faz ofensiva, pero no resultó eficiente atacando, ni defendiendo. Las actuaciones de los laterales hacen pensar reiteradamente en Zanetti y en el que podría haber sido su reemplazante natural, Ibarra. Pekerman optó por jugadores polifuncionales, pero la realidad es que el lado derecho de la defensa argentina sigue siendo muy frágil. Heinze incurrió en varios errores enormes en el partido contra los mexicanos. El más evidente fue una pelota fácil que se le escapó y lo obligó a cometer un foul descalificador. La permisividad del árbitro le evitó la roja directa. Milito, en cambio, anduvo fenómeno contra Holanda, aunque hay que reconocer que lo hizo en un partido en el que no se jugaba nada definitivo. Ayala sigue exhibiendo un nivel superlativo y Sorin cumple con su primera prioridad, que es la marca. Una tarea adicional van a tener los defensores en Berlín: deberán evitar por todos los medios el bombardeo al Pato. Los alemanes le pegan muy bien a la pelota y en cuanto encuentran un hueco, sacuden. No hay que dejarlos o, en todo caso, hay que lograr que rematen incómodos.
Volvamos a lo de antes: si están todos en la misma línea de largada, Riquelme, Mascherano y Maxi Rodríguez son una fija para jugar, y está bien que así sea. Quedaría llenar el cuarto casillero. Que Riquelme no haya producido todo lo que de él se esperaba en el partido contra los mexicanos no es razón suficiente para sacarlo. Es que aun jugando mal, equivocando muchos pases simples y retardando la salida, el enganche del Villarreal es capaz de producir un par de pases buenísimos (uno a Saviola que no fue gol por la buena intervención de Sánchez; y uno a Aimar que no fue gol porque el línea cobró un offside que no era). Además metió un centro mortífero en el gol. La pelota parada es una opción y, sin Riquelme, Argentina perdería mucho.
Maxi Rodríguez aporta lo suyo sobre cualquiera de las dos franjas. Donde lo ponen, cumple. Va y viene por toda la banda, tapa la salida de los contrarios y aporta su cuota en ataque: la mejor prueba, el golazo que les hizo a los mexicanos, producto de la fe que se tiene para pegarle de media distancia. Sería bueno que le diera más seguido, aun asumiendo el riesgo del ridículo. Una opción en la mitad de la cancha es el ingreso de Lucho González por Cambiasso. De hecho, contra Serbia estuvo como titular hasta que se lesionó. Mascherano parece rendir mejor cuando queda como eje defensivo en el medio, acompañado en este caso por Lucho de un lado y Maxi del otro.
No. Tiene que entrar Tevez. La mejor opción visto desde afuera (con todas las limitaciones que esto implica porque, como ya se dijo, se carece de datos esenciales que sí maneja el técnico) es que la dupla atacante la formen Saviola y Tevez. Jugando Saviola por un lado y Tevez de la punta hacia el medio se perdería un faro ofensivo entre los dos centrales alemanes, pero se agrandarían las posibilidades de gambeta mano a mano con los roperos rivales. Hasta ahora jugó Crespo y luego fue reemplazado por Tevez. Se podría intentar la fórmula invertida, aunque va a ser muy difícil que el entrenador cambie. El caso de Me-ssi es distinto. Como no está para responder físicamente 90 minutos, lo mejor es aprovechar su explosión en las instancias finales de los partidos. Argentina tiene mucho potencial ofensivo y ésa puede ser una clave del partido. Hay que salir a jugarles de igual a igual, presionándolos arriba y dándole mucho juego a la dupla de ataque, no importa quiénes la formen. Por ese camino, Argentina tiene chances concretas.
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