FúTBOL › EL GRAN TRIUNFO DE LANUS APAGO TODOS LOS FESTEJOS EN LA BOMBONERA
Estaba todo dado para la celebración y la vuelta olímpica de Boca, pero Lanús se opuso con una gran actuación que lo llevó a una merecida victoria. Boca fue pura impotencia. Palacio, de penal, Graf y Archubi marcaron los goles. El partido de desempate se jugaría el jueves.
› Por Juan José Panno
Lo mejor que le podía pasar al fútbol es lo que pasó: un partido transparente, un resultado que rompe cualquier suspicacia y un empate en la punta que obliga a una finalísima que Estudiantes se merecía, por todo lo que hizo en la segunda mitad del torneo.
Lo mejor que le podía pasar al fútbol es también lo mejor que le podía pasar a Estudiantes y lo peor que podía pasarle a Boca.
Los boquenses tuvieron un match point la semana pasada en Córdoba y perdieron; tuvieron otro match point ayer, en su propio estadio, tampoco lo supieron aprovechar y ahora deberán jugar un tie-break que no los encuentra en las mejores condiciones anímicas. Con cuatro puntos de ventaja faltando seis; con tres puntos faltando tres todos los números cerraban para la vuelta olímpica y la consagración, pero el bolsillo donde Boca empezaba a guardar el título antes de tiempo tenía un enorme agujero y por ahí se le escaparon el tri, los cantos, las cargadas a River, las ínfulas de La Volpe y la ilusión de los hinchas.
Ni los mismos hinchas de Estudiantes creían demasiado en el milagro después de las declaraciones a mitad de semana de Ramón Cabrero, aquello de que el empate era para ellos un buen negocio. Pero la realidad demostró que Boca no pensó en la igualdad o sólo lo hizo cuando estaban l-2 y que Lanús se dio cuenta en la mitad del partido de que podía levantar la varilla de sus ambiciones y quedarse con el premio mayor.
Es curioso el caso de Lanús, que en este torneo hasta ayer sólo sumaba 10 puntos como local y 18 como visitante. Saca más puntos y juega mejor fuera de su estadio. Ayer hizo lo suyo, se aprovechó de todos los errores de su rival y redondeó una victoria inobjetable.
Bien parado atrás, rápido y preciso en el contraataque, Lanús presionó con gran despliegue la salida de Boca, distribuyó mejor a los volantes y complicó con la habilidad de Leto, volcado sobre la izquierda. El infantil error de Pelleteri metiendo un manotazo a la pelota le dio a Boca la posibilidad de ponerse en ventaja, pero no modificó ni el planteo ni las intenciones de los granates que alcanzaron la igualdad sobre el final de la etapa (gran pelotazo cruzado de Leto, centro de Acosta y cabezazo de Graf) y casi siempre dejaron una mejor imagen. Lanús jugó un partidazo y Boca, víctima de sus propios nervios, de sus dudas y sus urgencias jugó un partidito. El resultado está a la vista.
La Volpe sorprendió con la inclusión de Calvo (que hacía mucho que no jugaba) como lateral-volante, pero por lo demás pensó el encuentro como 15 días atrás contra Colón. Ausente Dátolo por lesión, parecía más lógica la inclusión de Ledesma por la derecha y Marino por el otro lado, pero el DT no confía demasiado en Ledesma y con Calvo se aseguraba la eventual línea de 5 en los ataques rivales. A diferencia del partido contra Colón (que el equipo tomó como una final), esta vez con el objetivo tan cerca, primero lo tomó como un trámite y luego enloqueció. Ganaba 1 a 0 con aquel penal de Pelletieri, pero no le encontraba la vuelta al juego a pesar de lo cual iba casi tozudamente al frente. Pudo liquidar el encuentro en el arranque del segundo tiempo, no lo pudo definir y para colmo de males Archubi coronó otro gran contraataque con un toquecito sutil contra un palo. En los 35 minutos restantes Boca fue impotente, impaciente e inoperante. La Volpe mandó a la cancha a Franzoia, Boselli y luego a Guillermo Barros Schelotto y con cinco delanteros abastecidos a pelotazo puro (un despropósito táctico) Lanús aguantó tranquilo. Y mientras los jugadores se cerraban los espacios entre sí, los hinchas contribuían a la confusión general con los murmullos hirientes cada vez que los jóvenes perdían la pelota y con un aliento tibio que se parecía a un prematuro desencanto. Si Palacio define como lo hizo ayer, si Palermo no la toca como ayer, si Gago juega con el desorden del segundo tiempo, si Boca repite su actuación ante Lanús, Estudiantes podría empezar a celebrar por anticipado. Aunque está visto que a nadie le conviene festejar por adelantado.
Estadio: Boca.
Arbitro: Horacio Elizondo.
Goles: 29m Palermo de penal (B), 44m Graf (L) y 56m Archubi (L).
Cambios: 60m Franzoia por Marino (B) y Boselli por Silvestre (B); 67m Fritzler por Aguirre (L) y Guillermo Barros Schelotto por Calvo (B); 76m Benítez por Leto (L) y 87m Romero por Acosta(L).
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