Durante casi dos décadas, el logotipo televisivo de Torneos y Competencias, impronta excluyente del empresariado y periodismo hegemónico y de la posición dominante en lo que se muestra y en lo que se dice cuando de fútbol por televisión se trata, representaba algo así como un trofeo, una copa, en cuyo sostén o pie una inscripción denunciaba “Una idea de Carlos Avila”.

Como uno no anda fisgoneando permanentemente lo de los otros, aunque de vez en cuando ciertos dichos y ciertas imágenes llaman la atención, uno tampoco sabe con certeza desde cuándo dicha inscripción fue sacada de tal logotipo en cada una de las presentaciones “formales” de los partidos de los que Torneos tiene los derechos. Pero queda claro que tal omisión es coincidente con el aparente semialejamiento de Avila de la empresa.

Andar preguntándose ahora de quién es entonces por estos tiempos la “idea” parece ocioso. Aunque no parece ociosa la referencia del relator Mariano Closs apenas iniciada la transmisión del primer partido de verano entre Independiente y Racing, cuando alertó a sus compañeros al aire respecto de “ojo, que ahora las cosas han cambiado...”, cuando los monaguillos Fernández y Benedetto intentaron sus habituales chascarrillos, mitad sociales, mitad chivos.

Sí debiera saberse qué es lo que ha cambiado, desde que por lo menos en apariencia Torneos y Competencias ya no es más “Una idea de Carlos Avila”. Como tantas otras cosas relacionadas con los medios que también debieran saberse y no se saben. Fundamentalmente, quiénes son los propietarios de las empresas de televisión, si hay o no testaferros, y si hay o no quiénes, ni empresarios ni testaferros, operan en las sombras.