Es difícil que la campaña de Arsenal no vaya a causar sorpresas. Es difícil no candidatear a un equipo que sumó su cuarto triunfo consecutivo y que quedó, gracias a la derrota de River, como único puntero del Clausura. Mucho más difícil aún es privar a sus hinchas de coquetear con las ilusiones. Ahí está Arsenal. Lejos de las presiones por conseguir un título. Sin mucho que perder. De a poco, sin apresurarse. Esta vez la víctima fue Vélez, que apenas pudo oponer resistencia. El conjunto dirigido por Gustavo Alfaro desplegó un destacado rendimiento, continúa firme en la cima de la tabla y la próxima fecha intentará sacar más ventaja bajando a River en el Monumental.

No tiene muchos secretos este Arsenal. La fórmula es siempre la misma, aunque no por eso pierde eficacia. La apuesta es clara: apoderarse de la mitad de la cancha con el trabajo de Ortiz y San Martín y, a partir de allí, salir a buscar el arco contrario. Ya no está Raymonda para comandar el circuito creativo. Garnier y Llama (el reemplazante de Caffa, que emigró al Betis) son los encargados de generar juego y asistir a Valdemarín y Obolo. Un experimentado Cuenca y una sólida línea defensiva completan el esquema. Así juega Arsenal: así de simple.

Pero hay, además, un ingrediente indispensable para todo aquel equipo que quiera dar batalla por el título: suerte. Y Arsenal contó con la dosis necesaria. Porque cuando apenas comenzaba el encuentro, se puso en ventaja en una jugada en la que tuvo la fortuna como aliada. Garnier se escapó por la derecha y envió un centro que, tras pegar en Broggi, se metió por el segundo palo sin que Sessa pudiera evitarlo.

Pero no todas las decisiones que asume Arsenal suelen ser las acertadas. Después del gol, se retrasó en el campo de juego y le cedió la iniciativa a Vélez, que supo cómo sacarle provecho. Primero, Cuenca le tapó un remate a Moreno y Fabianesi tras una asistencia de Escudero. Cinco minutos después, el visitante tuvo revancha: Uglessich conectó de cabeza un centro de Escudero y, sobre el final de la primera etapa, decretó el empate transitorio.

Apenas 25 segundos del complemento fueron necesarios como para que Arsenal se pusiera nuevamente en ventaja. Ortiz envió un centro y Valdemarín, con disculpas mediante por su pasado en Liniers, marcó de cabeza. Hasta allí llegó la resistencia del conjunto de La Volpe. Zárate, muy aislado, no podía asociarse con Escudero y Vélez sufría su ausencia. Ni el ingreso de Balvorín ni el de Sena por Zárate (que fue reprobado por los hinchas) pudieron aportarle ideas al visitante.

Arsenal, sin grandes esfuerzos, estiró la ventaja. Otra vez la vía aérea fue la llave del gol. Raymonda, que ingresó en la segunda mitad, dejó solo a Casteglione que, sin marca, definió el partido. Sólo restó tiempo para que Vélez chocara contra la defensa local y para que los hinchas festejaran el triunfo. Ahí está Arsenal. Envuelto en un presente auspicioso. Con buen fútbol por momentos. Con oficio defensivo por otros. Pero mira desde arriba a sus perseguidores.

Estadio: Arsenal.

Arbitro: Héctor Baldassi.

Goles: 10m Garnier (A); 40m Uglessich (V); 46m Valdemarín (A); 79m Casteglione (A).

Cambios: 54m Robles (5) por Broggi (V); 65m Raymonda por Valdemarín (A); 68m Balvorín por Moreno y Fabianesi (V); 70m Yacuzzi por Llama (A); 75m Sena por Zárate (V); 80m A. Pérez por Ortiz (A).